Tras salir de un coma producido por una pancreatitis, Ernesto de Hannover confesó hace tres años que cuando alguien le llamaba para tomar una copas, no sabía negarse. "Ahora tengo que aprender a hacerme menos habitual en esos ambientes. Entonces no me llamarán y viviré más tranquilo", afirmaba. Aun así, la misma adicción de siempre le ha llevado al hospital de nuevo. Y esta vez los médicos han tenido que darle tratamiento psiquiátrico, ya que el príncipe sufría alucinaciones.

Esta es la segunda vez que el aún marido de Carolina de Mónaco es ingresado por alcoholismo en tres meses. El pasado marzo, Ernesto tuvo que ausentarse de la boda de su hijo Christian con Sassa de Osma por perder el conocimiento. La familia alegó que el príncipe había sufrido una intoxicación alimentaria por comer un "tiradito", aunque la empresa del cátering se defendió achacándolo a sus problemas con el alcohol.

Según la revista alemana Bunde, Ernesto de Hannover ingresó hace dos semanas en un hospital de Austria por una hemorragia interna y una pancreatitis. Sus constantes borracheras y recaídas han llevado a la familia a estudiar su inhabilitación. De nada ha servido parece su paso por un programa de desintoxicación hace 13 años.