Estados Unidos ha perdido hoy a una de las voces imprescindibles para entender su siglo XX, su historia, su presente y su futuro. Maya Angelou, poeta, activista y artista, ha fallecido a los 86 años en su casa en Winston Salem (Carolina del Norte), según ha confirmado su agente literaria, Helen Brann. Autora de 30 libros, entre los que hay seis autobiografías, ganadora de tres premios Grammy en categoría de palabra hablada y condecorada con la medalla de la Libertad por Barack Obama en el 2011, receptora de 30 títulos honoríficos de universidades y directora en cine, televisión y teatro, Angelou convirtió su poesía en un lírico testigo de las aberraciones de la opresión racial y del poder humano de resistencia y superación.

Una vida repleta de superación personal

'Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado', que publicó en 1969, fue la primer autobiografía de una autora negra con repercusión masiva. Ha sido traducido a 17 idiomas y vendió más de un millón de ejemplares. Nacida el 4 de abril de 1928 en San Luis (Misuri) y criada también en el segregado Arkansas, Angelou fue violada a los siete años por el novio de su madre. Después de que lo denunciara, el hombre fue linchado por una masa enfurecida y Angelou entró en un periodo de seis años de silencio. Allí empezó a descubrir la poesía.

En su juventud empezó a formarse en danza y drama poniendo en marcha una carrera que le llevaría a giras por Europa, Broadway, la compañía de Alvin Ailey y películas y televisión. Madre soltera desde los 17 años, y tras un breve matrimonio con un marinero, se casó con un activista surafricano de derechos civiles, Vusumi Make, y viajó a Egipto y Ghana, donde conoció a Malcom X, a quien se uniría en la lucha por la igualdad racial de regreso a Estados Unidos. Fue también amiga de Martin Luther King, asesinado el día del cumpleaños de Angelou. “Retó lo que se asumía sobre qué era posible para una pobre chica del sur y emergió como una figura de valor, honestidad y gracia”, ha declarado a The Washington Post Arnold Rampersad, crítico literario y profesor emérito de Stanford. “Puso en primer plano una comprensión de los dilemas y peligros y júbilos de la feminidad blanca más que ningún otro autobiógrafo en su tiempo”.

En la investidura de Bill Clinton como presidente en 1993, con un poema propio, Angelou se convirtió en la segunda poeta tras Robert Frost a la que se daba ese honor. Aunque nunca se graduó en la universidad, era conocida popularmente como la Doctora Angelou y en 1981 la Universidad de Wake Forest le hizo miembro de por vida de la facultad. En un discurso en 1990 a estudiantes de Louisiana, Angelou resumió todo el poder de su historia y de su ejemplo. “Miradme: negra, mujer, estadounidense y del sur. Miradme y miraos a vosotros mismos. ¿Qué no podéis hacer?”.