El reconocido actor cubano Salvador Wood, destacado por su versatilidad en las artes escénicas y sus roles en filmes emblemáticos como "La muerte de un burócrata", falleció este sábado en La Habana a los 90 años de edad, informaron medios estatales de la isla.

Wood, con una prestigiosa trayectoria en la radio, la televisión, el cine y el teatro, fue distinguido en 2018 con el "Premio Nacional de Televisión por la Obra de Toda la Vida" y dos años antes había recibido el galardón ACTUAR, también por la "Obra de la Vida", otorgado por la Agencia Artística de Artes Escénicas del país caribeño.

El artista solía decir que era un profesional empírico, sin escuela, y que había aprendido observando y preguntando a los actores académicos como Juan Carlos Romero y Alejandro Lugo, entre otros, aunque contaba que tuvo que estudiar por su cuenta, leer mucho e instruirse con las técnicas del método de actuación de Stanislavski.

Comienzo radial

Su carrera como actor comenzó en la radio y el teatro en su ciudad natal, la oriental Santiago de Cuba, pero en 1946 decidió buscar un espacio de mayor desarrollo y se trasladó a La Habana, donde tuvo su primer reto en la televisión seis años después al interpretar un personaje campesino.

Su primer papel en el cine le llegó en 1960, justamente para encarnar a otro campesino en un documental bajo el título de Chinchín, dirigido por el dramaturgo Humberto Arenal.

Luego le llegarían otros roles, como el que interpretó en la película "El Brigadista", en 1976, en la que, según confesó, sintió un "impacto emocional" porque en ese filme debutó su hijo Patricio Wood, que también es actor.

Pero los cubanos rememoran especialmente su participación en el largometraje de ficción "La muerte de un burócrata", del director de cine cubano Tomás Gutiérrez Alea, estrenado en 1966, y su representación del personaje del científico cubano Carlos J. Finlay, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.