Jennifer Lopez sopló ayer un inmenso pastel con 50 velas. La diva neoyorquina celebró tan redondo cumpleaños por todo lo alto, y motivos no le faltan. Sus taquillazos, su música, sus campañas publicitarias y su participación como jueza en American idol hacen de ella la gran estrella latina del espectáculo. Ha sido reconocida con el premio Vanguard de la cadena MTV, el Fashion Icon que concede el Consejo de Diseñadores de Moda de América y un lugar entre las cien personas más influyentes del 2018 según la revista Time. Una gigante.

JLo, que luce un físico envidiable gracias a la genética tanto como a las visitas a la medicina estética, también es una máquina de fabricar dinero. Suele estar entre las celebrities más ricas: el año pasado ganó 47 millones de dólares porque no cesa de cosechar éxitos: 40 millones de discos vendidos, más de 1.000 millones de euros en su carrera cinematográfica y hasta un récord Guinness en el 2011, con el lanzamiento simultáneo de su segundo álbum, JLo, y el estreno de su filme Planes de boda.

No se le resiste nada, sin olvidar su faceta como empresaria de su propia firma de ropa y su imperio en el mercado de la cosmética, con una colección de 70 productos, aunque su idilio con el mundo de la belleza comenzó mucho antes con los perfumes, cuando en el 2010 lanzó su primera creación, Glow by JLo.

Esta supermujer que incluso ha escrito unas memorias, Amor verdadero, nació en una familia puertorriqueña en el Bronx. Su sueño era ser artista y a los cinco años empezó a dar clases de baile y canto. Pronto se desmarcó de la escuela convencional, para disgusto de sus padres, que le decían que los latinos no llegaban a nada en Hollywood. Sin embargo, ella hizo las maletas y se fue a Manhattan para seguir con estudios de interpretación y música.

Empezó con pequeños papeles en series de televisión y teatro, y participó también en un musical de Broadway como bailarina. El gran salto sucedió en 1997, cuando fue elegida entre decenas de chicas para interpretar a Selena en el filme del mismo nombre, la cinta biográfica de la reina del tex-mex. Por su interpretación se embolsó un millón de dólares y fue nominada al Globo de Oro como mejor actriz. Pero no se conformó con la gran pantalla y en 1999 debutó como cantante con el sencillo If You Had My Love, un éxito.

Su vida amorosa ha sido ajetreada. Se ha casado tres veces: en 1997 prometió amor eterno al escritor Ojani Noa, pero se separaron en menos de un año. Poco tiempo después mantuvo un turbio romance con el rapero Puff Daddy, que duró apenas cuatro meses. Se casó por segunda vez en el 2001 con el exbailarín Cris Judd, del que se divorció en un año. Unos meses más tarde, Jennifer Lopez y Ben Affleck formaron una de las parejas más mediáticas. Iban a casarse, pero sorprendentemente el actor canceló la boda cinco días antes del enlace. La diva empezó en el 2011 una relación de idas y venidas con Casper Smart, un bailarín 18 años menor que ella. Cinco años después, la pareja rompió. La relación más duradera le llegó en el 2004 cuando se casó con el cantante Marc Anthony, padre de sus mellizos Emme y Max, de once años. Sin embargo, la pareja anunció su ruptura en el 2011 y actualmente mantienen una excelente relación.

A pesar de sus fracasos, Jennifer aún cree en el matrimonio. Ahora vive feliz junto a su prometido, Alex Rodríguez, exjugador de béisbol. Inmersa estos días en su gira It’s My Party: The Live Celebration, impulsada precisamente por su 50º cumpleaños, la estrella disfrutó de una fiesta sorpresa en el backstage de su concierto en Orlando.