Durante el funeral celebrado el pasado 9 de diciembre en la iglesia parisina de La Madeleine mantuvieron las formas, pero la tregua ha durado poco en el mal avenido clan de los Hallyday. En cuanto se han conocido los detalles del testamento del rockero favorito de los franceses, ha estallado la guerra familiar. Laura Smet, la hija que Johnny Hallyday tuvo con Nathalie Baye, ha descubierto con estupor que su padre no le ha dejado nada en herencia y sus abogados anunciaron ayer que su clienta recurrirá a los tribunales. A la demanda se ha sumado David Hallyday, fruto de la relación que el viejo canalla mantuvo con otro ídolo de los años 60, la cantante Sylvie Vartan.

El patrimonio del artista es colosal. Y todo ha sido legado en exclusiva a su esposa, Laeticia, con la que estuvo casado 21 años. En el caso de que esta última fallezca, las herederas

serán las dos hijas adoptivas de la pareja, Jade y Joy. En Francia no habría sido posible desheredar a los hijos del difunto. Pero el testamento fue redactado con arreglo a la legislación californiana, donde la familia Hallyday residía.