Son varios ya los personajes famosos que han dimitido de Twitter desencantados con el continuo baqueteo. El último que ha decidió tirar la toalla para alcanzar una vida más relajada allende de ciertas redes sociales en las que el degüello dialéctico suele ser norma ha sido James Rhodes.

Habitual en la red del pájaro azul, en la que tanto elogiaba el estilo de vida en España, unas croquetas, el amanecer de Madrid o ofrecía algún retazo de su obra, como también sus objeciones y críticas a los partidos de la derecha española.

Así, en uno de sus últimos tuits, Rhodes animaba a los votantes de Vox a dejar Twitter y a emigrar a Parler, la red más utilizada por la extrema derecha internacional. "Personalmente creo que sería simplemente maravilloso que 3.640.00 millones de votantes y algunos políticos dejaran Twitter y se mudaran a Parler. Cierren al salir", publicaba.

Acusaciones de 'amiguismo'

Como era de esperar, la reacción de los 'haters' fue virulenta, pero el punto de inflexión al parecer se produjo cuando el pasado mes de octubre el músico interpretó el 'Himno de la alegría' en la presentación que hizo Pedro Sánchez del Plan Nacional de Recuperación. La concesión de la nacionalidad por parte del Gobierno al compositor un mes después ya fue la gota que colmo el vaso y abrió la veda de críticas, entre acusaciones de 'amiguismo' y 'enchufismo' y llamadas al boicot a cierta marca comercial de embutidos con la que Rhodes colaboró en su espot navideño.

Ahora, un mes después es el propio pianista británico el que ha anunciado su adiós a Twitter a través de otras redes sociales, Instagram y Facebook: "Centrándome mucho en asuntos creativos en este momento. He dejado Twitter (como muchos de vosotros habéis sugerido)- las cosas parecen un poco más amigables aquí. Pues, back to work".

Como era de esperar, el anuncio del cierre ha provocado otra catarata de falsas acusaciones y especulaciones imaginativas, como las del diputado nacional de Vox Víctor Sánchez del Real afirmando que había sido el propio Twitter quien había cerrado la cuenta.

Otros tuiteros tienen claro que el repentino 'black out' del músico se debe a un próximo cargo bien remunerado en algún ministerio.

James Rhodes ha huido de Twitter para refugiarse en Instagram, donde al parecer y de momento los comentarios son más amables y constructivos.