El imperio de restaurantes del popular chef británico Jamie Oliver se ha hundido. Famoso en el mundo entero gracias a sus shows en televisión y a sus libros, Oliver ha anunciado el cierre de sus establecimientos en el Reino Unido, lo que supone la pérdida de 1.300 empleos. «Estoy profundamente entristecido por lo que ha pasado y quiero dar las gracias a nuestros empleados y proveedores, que se han entregado en cuerpo y alma a esta actividad durante los últimos 10 años. Entiendo lo difícil que resulta para todos», dice en su comunicado.

La compañía en quiebra, que incluye 23 restaurantes de la cadena Jamie’s Italian, más Fifteen y Barbacoa en Londres y Diner en el aeropuerto londinense de Gatwick, ha sido puesta bajo administración judicial.

El año pasado, Oliver ya escapó a la bancarrota en el último momento después de que pusiera de su bolsillo 16,5 millones de euros para mantenerla a flote. Entonces culpó al Brexit de sus problemas financieros, unido a un aumento en las rentas de los locales y una mayor competencia en el sector de la restauración. Comer en sus restaurantes nunca fue barato.

El chef, de 43 años, padre de cinco hijos, saltó a la fama después de que un equipo de televisión se fijara en él cuando trabajaba en el reputado River Café de Londres en 1997. Pronto protagonizó su propio show, The naked chef (El chef desnudo), al que siguieron muchos otros.

ESTILO ATRACTIVO

Jovial y desenfadado, su estilo rockero atrajo a una nueva generación que nació alejada de las ollas. A sus apariciones ante la cámara se sumó la publicación de incontables libros de recetas y viajes. Esa parte del show business aún le sigue dando dividendos. La revista sobre cocina que publicaba, en cambio, cerró después de 10 años.

Oliver es un personaje tremendamente popular entre los británicos. Sus campañas en favor de una comida más sana en las escuelas y el combate contra la obesidad que sufre el país han provocado debates al más alto nivel. En octubre del 2016 también tuvo mucha repercusión, para mal, una receta suya de la paella en la que incluía el chorizo como ingrediente. Durante semanas, tuvo que tragar sapos con todas las críticas que se despachaban contra él y su receta en las redes redes sociales. «Con chorizo sabe mejor», insistía él.