Jeff Bezos, fundador de Amazon y propietario del rotativo The Washington Post, ha dado luz verde a la instalación de su último proyecto: un reloj subterráneo de 150 metros que se espera que tenga una vida útil de 10.000 años. La extravagante obra de ingeniería, que se puede apreciar en el vídeo que ha compartido el magnate en su cuenta de Twitter, está diseñada para medir el tiempo a largo plazo, es decir, en siglos y milenios, y se alimentará de la energía de los ciclos térmicos de la Tierra.

El impresionante reloj está programado para sonar una vez al año a través de un algoritmo que produce secuencias aleatorias de notas musicales. Sus manecillas girarán por completo una vez cada siglo y una parte de su estructura saldrá al exterior cuando se cumpla cada milenio. Todos los engranajes y demás partes del mecanismo han sido fabricados entre California y la ciudad de Seattle, con materiales resistentes y duraderos para garantizar su longevidad.

El ambicioso proyecto nació a finales de 1989 -lleva 30 años en construcción- y surgió de la mente del reputado matemático estadounidense Danny Hillis, quien junto a su equipo fue construyendo prototipos y creó una agrupación abocada al desarrollo del reloj llamada Long Now Foundation. La idea de Hillis fue avanzando poco a poco hasta que Jeff Bezos se interesó por ella, hace más de siete años, convirtiéndose en uno de los principales inversores y dando una inyección económica (34 millones de euros) que ha impulsado la construcción del reloj.

«Queremos que se convierta en un símbolo, en un icono que represente el pensamiento a largo plazo», ha informado Bezos, quien en la página web del proyecto ha dicho estar seducido por la idea de «dejar huella y sensibilizar a las personas sobre las consecuencias de sus acciones en el futuro». El lugar elegido para la instalación del reloj ha sido el interior de una montaña hueca, en una de las cordilleras de Sierra Diablo (Texas).

La intención es que, una vez finalice la instalación y el reloj pueda estar operativo, el público pueda visitar la obra, que dispondrá de cinco salas conmemorativas talladas en la montaña, cada una de las cuales incluirá un tipo de animación mecánica diferente. En la cámara del primer año se prevé representar el sistema solar, además de las sondas interplanetarias lanzadas durante el siglo XX.

«No estamos planeando crear el resto de las cámaras de aniversario, sino que se las dejaremos a las generaciones futuras», aseguró Bezos, el hombre más rico del mundo, quien también tiene planeado construir en la zona un puerto espacial para el lanzamiento de los cohetes de su compañía Blue Origin.