El popular presentador de Mediaset recibió el alta médica y dejó ayer el Hospital Universitario La Zarzuela con buen aspecto y trajeado. Incluso bromeó con los medios congregados: «Ya que estaba, me habría hecho una liposucción». El pasado lunes Jorge Javier Vázquez, de 48 años, fue operado de un aneurisma.

Aseguró que seguirá las recomendaciones médicas y frenará su ritmo de trabajo. «Reposo absoluto, estar en casa, pasear un poco, tranquilidad. Poco más, no me han dicho nada más», aseguró antes de entrar en directo en el programa de Ana Rosa Quintana. «Ahora tengo mucha hambre, quiero irme a mi casa, con lo que me ha costado estar tan bueno», añadió Vázquez, que tendrá que reposar durante un mes.

El episodio fue especialmente preocupante porque, solo una semana antes, estando de viaje en Marrakech, sufrió un desvanecimiento que le dejó inconsciente durante algunos minutos. Entonces prefirió no darle mucha importancia, volvió a Madrid y siguió con su ritmo de trabajo normal, pero los médicos sí lo encontraron grave: no había sido un mareo sin importancia, se trataba de un ictus.

«No tuve ninguna secuela. Me desmayé en Marrakech, me desperté sin ningún tipo de nada, ni vomitar ni nada, seguí con mi viaje y cogí el avión que sí podía ser trágico… Después del martes me volvió el dolor de cabeza y no se me iba con ibuprofeno», recordó, antes de dar las gracias nuevamente a todo el equipo médico y afirmar que «soy muy afortunado. Ahora quiero seguir disfrutando».