José María García, ilustre periodista y presidente del Inter Movistar, pasó por el programa de Lluís Canut 'Quan s'apaguen els llums', de TV3, repasando la la situación del periodismo actual y revelando algunas de las anécdotas más notables de su carrera.

El madrileño se mostró crítico con el expresidente José María Aznar, del que aseveró que es el dictador más grande que haya conocido. Cuando gobernaba el PP, Aznar le ofreció al periodista un contrato de cinco años en la COPE y él lo rechazó. "No vamos a ser amanuenses de nadie", le espetó García. El locutor puso un ejemplo de la influencia del expresidente en los medios de comunicación. "Me dijo que con el tema de las torres había que ayudar al Madrid e hizo que Sáenz de Buruaga quitara de la escaleta del informativo de Antena 3 una manifestación en contra de las torres cuando yo era el director de Antena 3 Deportes."

García también denunció la actuación de Florentino Pérez en la venta de las torres. "El pelotazo del Madrid con la venta de las torres fue el mayor escándalo de la democracia", dijo. Además, desveló que el presidente blanco intentó comprar su silencio durante una cena "¿Cuánto cuesta que mires para otro lado?", le preguntó Florentino.

José María García también reprochó a Bartomeu que le mintiera hasta en dos ocasiones. "Tenía confianza en Bartomeu, me cayó muy bien, pero me mintió en un tema menor como el fútbol sala y ya perdí la credibilidad", dijo. Por contra, aseguró que Nuñez ha sido "el mejor presidente de la historia del Barça". "Fue un dictador, pero fue el mejor porque ha sido el único que ha mantenido al Barça al margen de la guera mediática".

Crítico con el periodismo actual

El periodista reconoció que ni oye si escucha nada del periodismo actual porque le da "asco". "He pasado un día por la porquería esa del Chiringuito. Hay un subdirector deportivo del As, que utiliza el posesivo", critica García. El veterano locutor, que atravesó un cáncer hace doce años, asegura "ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío", pero aún así, le da pena ver en qué ha quedado la profesión.