El actor estadounidense Kevin Spacey visitó ayer el tribunal de Massachusetts (EEUU), en el que se celebró una vista preliminar al juicio que se enfrenta por una presunta agresión sexual en el 2016 contra un joven de 18 años, al tiempo que sus abogados denunciaron que las pruebas en su contra fueron manipuladas.

La presencia de Spacey en el juzgado fue inesperada, ya que no era obligatorio que acudiera a la audiencia y el intérprete ha procurado mantenerse alejado de los tribunales durante todo el proceso, excepto en una mediática vista en enero que no pudo evitar. Spacey defendió su inocencia ante el tribunal, que juzga la denuncia interpuesta por un joven que trabajaba como camarero en un bar de la isla Nantucket.

El abogado de Spacey instó al juez a que exija una copia forense «completa e inalterada» de los datos del teléfono del denunciante, ya que contendría mensajes y fotografías que probarían su inocencia. Además consideró que la fiscalía ha presentado cargos contra el actor de una forma prematura.