La mediática Kim Kardashian y el cantante de rap Kanye West, amigo del presidente Donald Trump, confirmaron que están esperando un hijo a través de un vientre substituto o gestación subrogada y de esta manera, la empresaria famosa por sus reality shows y por participar de eventos mediáticos, confirmó en las últimas horas que ella y su esposo están a punto de agrandar su familia.

En las últimas semanas corrieron varios rumores acerca del nuevo embarazo de Kim y el rapero, quienes hasta ahora se habían negado a confirmarlo. El nuevo integrante de la familia se espera para mayo próximo, y se sumará a los hermanos North West de 5 años; Saint West de 3 años; y Chicago West de 11 meses.

EL ANUNCIO OFICIAL

Pero el anuncio lo hizo a través de una aparición en "Watch What Happens Live", con el anfitrión Andy Cohen. "¿Estás trabajando en otro niño?", le preguntó Cohen a Kardashian, de 38 años y madre de tres hijos. "Si, en eso hemos estado", respondió la integrante del clan Kardashian.

"Es un niño, creo que ha estado ahí", agregó. "Me emborraché en nuestra fiesta de Nochebuena y se lo conté a algunas personas. No puedo recordar a quién le dije porque nunca me emborracho".

Las hermanas de Kim, Khloe y Kourtney -quienes también participaron de la entrevista en el programa nocturno- quedaron sorprendidas por la revelación de su hermana. "¿Qué? Obviamente ya lo sabía, pero no puedo creer que lo contaste a todo el mundo", declaró Kourtney. "Bueno, ya lo saben", respondió Kim.

DIFICULTADES PARA EMBARAZARSE

No es la primera vez que Kim y Kanye tienen problemas para concebir un niño. Antes del tercer embarazo, el rapero reveló que ambos estaban teniendo problemas para concebir un nuevo hijo a pesar de los múltiples intentos fallidos.

Agregó inclusive que ella se sometió a una intervención para poder quedar embarazada. Antes del tercer niño, los médicos les habían advertido acerca del peligro de sufrir una grave complicación conocida como placenta retenida. Se trata de un problema que ocurre cuando la placenta no se expulsa inmediatamente después del parto, sino durante la primera hora después del parto vaginal del bebé.

También puede ocurrir incluso cuando sólo una parte de la placenta no se expulsa o cuando parte de ella se retiró durante una cesárea y es que, en casos más raros la retención de la placenta puede pasar desapercibida hasta que aparezcan los síntomas.