Jon Kortajarena está siendo 'trending topic' en Twitter estas horas por una tortilla. Así es el mundo de las redes sociales. El modelo vasco pidió anoche una tortilla a Glovo y el maniquí, nervioso y enfadado por el retraso en la entrega (dos horas y aún sin llegar), quiso escarmentar a los empleados de la plataforma colgando en su Stories de Instagram la conversación que tuvo con ellos. La borró pero fue demasiado tarde. Ya va camino de ser tan célebre como las empanadillas de Encarna, de Martes y 13.

Le ha salido el tiro por la culata. Ha sido ir a por lana y salir trasquilado hasta el punto que ha tenido que pedir disculpas públicamente, tanto en Twitter como en los Stories de su perfil de Instagram: "Todo el mundo puede cometer un error. He dado la cara y he pedido disculpas. Más no puedo hacer". También ha explicado que había volado desde Los Ángeles hasta Londres y de Londres a Madrid, y de ahí había cogido un coche hasta Bilbao para estar con su madre, que tiene covid-19. Como llevaba tres meses fuera no tenía nada en la nevera y pidió una tortilla.

En su Instagram, Kortajarena se define como "medio humano y medio alienígena". No han sido los adjetivos y sustantivos que le han dedicado muchos en las redes. Le han tachado de señorito, de inepto que no es capaz de hacerse una tortilla, de insolidario por poner en riesgo a los repartidores por un capricho... Y más, mucho más.