Plantar una patata en Marte no es un sueño tan lejano. Hay científicos que trabajan y confían en esta solución para paliar las hambrunas del planeta Tierra. Por eso, hace un tiempo nació el proyecto de las patatas marcianas. Y, de ahí, un concurso gastronómico para difundir la idea, servir de altavoz y, por qué no, buscar mejores sabores en torno a la variedad espacial. Un certamen que es real y celebró ayer su final en el espacio La Zarola de Zaragoza, con ocho aspirantes (la mitad amateur y otros tantos profesionales) dispuestos a batirse en duelo, ante un jurado culinario (con estrellas Michelín luciendo en el mismo) y otro científico (con invitados como la catedrática Anabel Elduque).. Porque la receta tiene que ser apta para una base marciana (con poco instrumental, un uso eficiente de la energía y con un buen aporte de energía). El Centro de Astrobiología y la Fundación Albireo por la cultura científica estaban detrás de esta idea. La práctica, quedó en manos de los finalistas, que tuvieron que realizar en directo la receta que habían propuesto al certamen. Entre los concursantes amateur, ganó una jovencísima Silvia Mañas, estudiante de 15 años, que preparó unas patatas gratinadas con bacon y queso. En cuanto a los cocineros profesionales, el premio fue para Kiko Martins, chef de origen luso y nacido en Río de Janeiro que se lució con unas patatas con bacalao (y con la defensa científica de la receta), aunque el certamen también otorgó una mención especial a Jesús Almagro. Por cierto, dice la ciencia que la tacna es la variedad más propicia para sembrar en Marte.