Un nuevo libro sobre la figura de Melania Trump revela que la primera dama de los Estados Unidos retrasó su llegada a la Casa Blanca como parte de la estrategia para renegociar el contrato prenupcial con Donald Trump. Así lo asegura la periodista del 'Washington Post' Mary Jordan, ganadora en el 2003 del premio Pulitzer, en 'The Art of Her Deal: The Untold Story of Melania Trump' (se podría traducir como 'El arte de su trato: la historia no contada de Melania Trump'), un trabajo de investigación elaborado a partir de un centenar de entrevista a personajes de su entorno y de diferentes etapas de su vida.

Ahora, un adelanto de esta biografía no autorizada (a la venta el 16 de junio) publicado en el citado diario, explica que Melania no se mudó a la residencia presidencial en Washington junto a su marido como medida de presión. En ese momento, la primera dama alegó que se quedaba en Nueva York por no interrumpir el curso escolar de su hijo Barron. Lo que el libro apunta que no es toda la verdad, sino tan solo una parte. Además, recuerda que esto se produjo después de una campaña electoral en la que aparecieron diversas noticias sobre infidelidades sexuales de Trump.

La publicación apunta que el entorno cercano del presidente, incluído al menos su hijo mayor, le pidieron que se intalara en la Casa Blanca lo más pronto posible por la gran influencia que Melania tiene sobre el magnate. Algo de lo que ella era conocedora. De hecho, en el libro se explica que la primera dama fue quien le animó a dar el paso definitivo hacia la carrera por la presidencia de EEUU cara a las elecciones del 2016.

REPASO EXHAUSTIVO

'The Art of Her Deal' repasa la figura de Melania Trump desde sus orígines en Eslovenia, su carrera como modelo, su romance con el presidente (se conocieron en 1998, cuando él tenía 52 años y ella 28) y hasta hoy con su discreto papel como primera dama. También expone intimidades de su relación.

Mary Jordan apunta que Melania y Donald son mucho más parecidos de lo que parece. "Ambos son luchadores y supervivientes y premian la lealtad sobre casi todo lo demás. Ni el muy público Trump ni la muy privada Melania tienen muchos amigos cercanos. Sus instintos solitarios se filtran en su propio matrimonio", escribe la autora.