La mujer de Bill Gates, Melinda French, ha publicado No hay vuelta atrás, el poder de las mujeres para cambiar el mundo (Editorial Conecta). Un libro dedicado al empoderamiento femenino en el que hace un repaso a su vida antes y después de casarse con el fundador y presidente de Microsoft. «Pronto vi que, si lo que pretendemos es ocupar nuestro lugar como iguales en relación con los hombres, no lo conseguiremos conquistando nuestros derechos uno a uno o paso a paso; conquistaremos nuestros derechos en oleadas cuando logremos estar empoderadas», escribe en el ejemplar. La empresaria asegura que su recorrido como defensora de los intereses humanos empezó con la planificación familiar, y continuó con otros temas para ayudar a las mujeres y niñas más necesitadas.

Además, en uno de los capítulos, Melinda da a conocer uno de los episodios más duros de su vida. La estadounidense, de 54 años, relata que fue víctima de maltrato durante una relación previa a su matrimonio con Gates y que, a pesar de que aquella pareja no duró mucho tiempo, años después sufrió secuelas.

«Nunca antes había hablado de ello públicamente. Anuló mi voz y mi autoestima», reveló en una entrevista para The New York Times. A pesar del tiempo transcurrido, le ha costado admitirlo ante las personas más cercanas, tanto que a muchas se lo ha contado hace poco tiempo.

Y, sin embargo, veía necesario dejar su testimonio por escrito. «La razón es que muy pocas personas entienden cuántas mujeres han pasado por esto. El número de quienes han padecido abusos e?s increíble», sentencia.

La reconocida filántropa, que ha denunciado el desequilibrio existente en sueldos y el poder de las mujeres respecto de los hombres en Silicon Valley, reconoce también que este tipo de abusos pueden suceder independientemente de la formación o la posición social que se tenga.

«Sentí que era importante contarlo para que la gente entienda que le puede pasar a cualquier persona», asegura la filántropa y esposa del magnate d ela tecnología. La escritora no da demasiados detalles de su exnovio ni de lo que sucedió. «Esta persona todavía está viva. Tiene una madre y un padre. Tiene hermanas y otros miembros en su familia. Así que era importante para mí compartirlo», concluye en su libro esta mujer empoderada.