Se dio a conocer al gran público en 2018 tras participar en OT, donde demostró su talento musical, además de su espontaneidad ante las cámaras. Al año siguiente, Miguel Núñez Pozo (Terrassa, 1996), conocido por todos como Miki, representó a TVE en Eurovisión con la pegadiza canción La venda. En septiembre de ese mismo año lanzó Amuza, su primer disco, con el que estuvo de gira por todo el país, aunque tuvo que cancelar varios conciertos por el covid-19. Durante el confinamiento compuso Me vale, su último single y, ahora, el artista se vuelve a subir al escenario. Su próxima actuación será el 7 de agosto en el festival Sons del Món, en Roses (Girona).

- Regresa a los escenarios, pero con restricciones y cambios por la pandemia. ¿Cómo vive esta vuelta tan atípica?

- Ya he hecho unos cuantos conciertos en formato reducido, y es muy distinto. Si lo comparamos con lo que había antes del coronavirus, es un desastre, pero si lo vemos desde la perspectiva de que hemos estado en casa muchos meses sin poder hacer nada, está muy bien. Esto demuestra que la cultura es un lugar seguro y que se toman las medidas necesarias. Nos adaptaremos a lo que haga falta.

- Una filosofía muy acorde a su último single, Me vale. ¿Qué cosas no le valen?

- La ultraderecha, el racismo, la falta de empatía... muchas cosas.

- La situación actual, ¿le ha hecho perder optimismo o le ha dado impulso para seguir siendo positivo?

- No lo sé. Al principio del confinamiento era muy positivo, estaba motivado con el videoclip de Me vale y casi no me daba cuenta de que estaba en cuarentena, pero luego lo pasé mal y me resultó un poco estresante. A pesar de todo, en mi caso, el confinamiento no ha sido tan malo, porque, por suerte, no he perdido a ningún familiar cercano.

- ¿Qué ha aprendido del confinamiento?

- Me ha enseñado a disfrutar un poco más de las cosas pequeñas que antes eran habituales en mi vida, y durante un tiempo dejaron de serlo, como tomar un café con mis amigos o salir a pasear de noche.

- A su faceta como compositor y cantante se une la actoral. Hizo un cameo en Paquita Salas. ¿Le pica el gusanillo de la interpretación?

- Sí, me gusta mucho. He hecho teatro desde pequeño, hasta un año antes de entrar a OT. Me siento muy cómodo interpretando, sobre todo comedia, porque puedo dejarme llevar mucho.

- También estuvo en 'Tu cara me suena'. ¿Se animaría a participar?

- Si me cuadra por agenda, por supuesto. Me gustaría imitar a Freddie Mercury. Tiene una manera de ser y unos movimientos muy marcados y me resultaría más fácil de imitar que otros cantantes. Eso sí, tendría que bajar mucho el tono y no hacer ni un gorgorito (ríe).

- Tiene una legión de seguidores en Instagram y algún que otro hater. ¿Cómo se lleva con ellos?

- Hay críticas que hacen más daño que otras, pero intento pasar completamente de todas. En realidad, los haters me dan un poco de pena, creo que tienen mucho tiempo libre y se deben de sentir muy inferiores para rebajarme a mí y así sentirse mejor ellos. Al final, tienen un problema.

- Por redes también hemos sabido que ha disfrutado de unos días de vacaciones en Ibiza. ¿Cómo está viviendo este verano tan singular?

- Es muy extraño, porque estoy todo el día pendiente de lo que pasa a mi alrededor. Me anulan un concierto, me programan otro, luego he de ir a grabar al estudio... Siento que no tengo la libertad suficiente para decidir según qué cosas. No pasa nada por vivir un verano así, con tantos cambios, es lo que toca ahora. Nos hemos de ir adaptando a la situación.

- ¿Qué proyectos tiene entre manos para después del verano?

- A finales de agosto entraré a grabar el disco nuevo y espero sacarlo antes de acabar este año o, al menos, algún tema nuevo.

- ¿Con qué nos sorprenderá Miki Núñez en su segundo disco?

- Creo que las canciones son mucho más maduras y están mejor pensadas. Durante el confinamiento he tenido mucho tiempo para crearlas y revisarlas. Será un disco un poco más pop rock, con un poco más de guitarra, es lo que ahora me apetece hacer.

- ¿Qué espera de este verano tan convulso?

- Acabarlo lo antes posible (ríe). Es broma, creo que se ha de saborear cada momento de nuestra vida, incluso los malos, para saber cuáles son los buenos. Para lo que queda de 2020 solo pido seguir teniendo la misma salud que hasta ahora. Con esto, me vale.