En la era de los selfies, no tenía que pasar mucho tiempo para que el autorretrato en 3-D se convirtiera en un regalo perfecto. Y ahora más, que se acerca la Navidad.

El 'miniyo' es una reproducción en miniatura de quien nosotros queramos: nuestro abuelo, nuestros padres, nuestra mascota o nosotros mismos. El proceso es sencillo. Basta con una rápida sesión de fotografía para escanear el cuerpo, realizar unos retoques en el ordenador y emplear una impresora 3D, para verse cara a cara consigo mismo.