Ya sabemos por qué la actriz Nicole Kidman aplaudía en la ceremonia de entrega de los Oscars de forma extraña, sin que sus dedos se juntasen. Ella misma se ha encargado de explicarlo en un programa de la radio australiana.

"Estaba bastante apurada porque quería aplaudir de forma normal, pero era realmente difícil porque tenía un enorme anillo que no era mío, un anillo absolutamente precioso y estaba aterrorizada por dañarlo". Efectivamente, según el 'Daily Mail', la actriz nominada al Oscar a Mejor Actriz por la película 'Lion' llevaba encima más de 119 quilates en diamantes de la firma Harry Winston, incluyendo el anillo, de 13,58 quilates. Todas las joyas, como suele ocurrir en estas ocasiones, eran prestadas y la actriz debía devolverlas intactas.

La intérprete ha contado que ese percance no fue el único con el que tuvo que lidiar la noche del pasado 26 de febrero en Los Ángeles. "Entré un poco en pánico nada más llegar a la gala porque se me rompió el tirante del vestido al bajar del coche", explicó sobre su Armani Privé.