Tiene tras de sí más de un cuarto de siglo de carrera como modelo. Pero, hace unos años, decidió dar un paso más. Ayer Nieves Álvarez visitaba Zaragoza para mostrar su faceta como diseñadora, que inició en 2010 con la firma infantil Villalobos para crear la línea N+V. Una marca que ya cuenta con su propio corner en El Corte Inglés y que, para celebrarlo, organizó ayer un encuentro con mucho contenido en su establecimiento del paseo de Sagasta de la capital aragonesa. Más allá de la atención mediática y de las fotos, la tarde se desarrolló en formato taller infantil, en el que algunas niñas (muchas, tanto que hubo que duplicar los turnos de la actividad) pudieron crear sus propios patrones con Nieves Álvarez como maestra. Ella estuvo a todo. Atendiendo a los pequeños y a la prensa.

Y recordando, siempre, que la fuente de inspiración es su hija (detalle que se notaba hasta en el contacto con sus seguidores en formato menudo). «La vida es un aprendizaje continuo y hay que atreverse con cosas nuevas», explicó Nieves Álvarez, a quien le preguntaron por esta aventura. «Los niños, en esta nueva época de la información saben mucho de moda, cuando, en nuestra infancia, nos poníamos lo que decían nuestros padres». La modelo habló también de cómo surgió este proyecto. «Nuestra colaboración nació de mi faceta como madre y de ese interés repentino por la moda infantil». Fue entonces cuando la marca de moda infantil, con cincuenta años de historia a sus espaldas, le abrió las puertas. «Cada traje tiene el alma de las dos y nuestras ideas», explicó, refiriéndose a ella misma y a Belén Villalobos.