Como comunicador no hay otro igual. Y Planeta tiene un filón con él haciendo libros. O mejor dicho, reciclándolos. El cocinero Karlos Arguiñano, de 70 años, lleva 50 tras los fogones y 30 años asomándose a la ventana de la televisión con sus recetas, pero también con sus chistes y sus comentarios más o menos jocosos sobre la actualidad. Su programa Karlos Arguiñano en tu cocina (Antena 3) ha batido el récord de la temporada este mes de noviembre con un 16,4% de cuota. Así que él vive su vida «sin nostalgia» y sin competiciones.

Pensando descaradamente en meterse en la lista de los libros más vendidos como regalo estas Navidades, ha lanzado un tomo de peso, 2,5 kilos exactamente. «Parece que lo abres y sale el cordero de dentro», bromea al respecto. Son más de 700 páginas y esta vez el gancho son 1.000 recetas que ha cocinado alguna vez en televisión, en alguno de los más de 6.500 programas que ha protagonizado en estas tres últimas décadas. «Son recetas domésticas, para que la gente las pueda hacer en casa y pueda comer variado», explica el chef guipuzcoano.

En unos días la guía Michelin volverá a bendecir con sus estrellas a los mejores restaurantes de España, pero de esta carrera él hace tiempo que se apeó. «Yo ya estuve en la Michelin, en el año 85, con una estrella por el restaurante de Zarautz, pero me puse a trabajar en la televisión y me la quitaron. Puta envidia, esa es la sensación», confiesa con su habitual sorna.

Lamenta que muchos compañeros suyos estén «enganchados» a las distinciones y a los listados de los mejores restaurantes. «Que sigan repartiendo estrellas. A mí no me preocupan las estrellas, yo ya vivo en las nubes», ironiza. Y lo puede decir de forma gráfica. Porque Arguiñano vive entre el mar, su Cantábrico, y las montañas de Orio donde elabora su txacoli en su bodega K5, con vistas al Ratón de Getaria y a la bocana del puerto pesquero. «Creo que estoy en el sitio donde mejor se come del mundo en este momento. En 50 kilómetros a la redonda esto es la cuna de la gastronomía mundial, eso no lo vamos a perder de ninguna de las maneras». asegura.

COCINAR CON MENOS GRASA /Arguiñano es padre de siete hijos, entre ellos una hija adoptada. Y también ejerce de abuelo. «Un abuelo que no hace tonterías. Igual no hace muchas cosas, ni muy rápidas, pero las hace con todo el cariño», explica el veterano cocinero, que se ha adaptado a las tendencias gastronómicas a lo largo de estos años.

«Por ejemplo, a cocinar con menos grasa, a diferencia de como se hacía hace 30 o 40 años, y también a cuidar el punto de cocción, ya que ahora las cosas se hacen mucho menos que antes, van al punto, para disfrutar de la comida».

Firme defensor de la «comida sana y variada», asegura que su secreto se encuentra en el placer de recorrer, todos los días, los puestos del mercado de abastos, donde se encuentran los productos frescos y de temporada.

«La gente que repite mucho las comidas difícilmente van a tener una vejez muy buena, porque comer bien no es comer ni mucho ni caro, comer bien es comer variado». Una costumbre a la que espera contribuir con este su último libro, el quinto que publica con la editorial Planeta, que ha vendido medio millón de ejemplares de los cuatro anteriores volúmenes.

GANAS DE APRENDER / Si hay alguna receta de la que huye Arguiñano es la que incluya la palabra jubilación. «Yo no voy a parar, estoy mucho más ilusionado que el príncipe Carlos, que es de mi quinta y me parece que voy a ser yo antes rey de España que él de Inglaterra», bromea socarrón.

En cuanto al relevo de los grandes referentes de la cocina vasca, como Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, advierte que está más que asegurado. «No sé si van a ser tan populares como nosotros, pero todos los restaurantes importantes de Euskadi están llenos de chicos y chicas jóvenes con ganas de aprender», concluye el chef más televisivo de España.