El torero José Ortega Cano, que cumple condena de cárcel en el centro penitenciario de Zuera, continúa en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde ingresó este fin de semana por problemas de salud, según han informado hoy a Efe fuentes sanitarias.

De momento no ha trascendido cuando abandonará el torero del hospital, ya que depende de la decisión de los médicos.

Fuentes del centro penitenciario de Zuera han explicado a Efe que el torero presentaba un principio de neumonía, que al parecer se le ha detectado de forma temprana, por lo que no se prevé que pase mucho tiempo más ingresado en el hospital.

El diestro se encuentra desde el pasado sábado en el módulo de presos del centro hospitalario Miguel Servet de Zaragoza, donde existe un régimen de visitas muy restringido.

Ortega Cano ingresó en prisión el pasado 23 de abril en el centro penitenciario de Zuera para cumplir condena de dos años y medio de prisión por el accidente de tráfico ocurrido en mayo de 2011, en el que murió una persona cuando conducía su vehículo todoterreno, triplicando la tasa de alcoholemia permitida.

En la prisión, según fuentes del mismo centro, hace una vida absolutamente normal, practica deporte, hace sus ejercicios de rehabilitación y la relación con el resto de presos es cordial.

Ortega Cano está ingresado en un módulo de respeto, donde hay algo más de un centenar de internos, todos ellos con un perfil muy socializado.

En este tipo de módulos, según dichas fuentes, ingresan presos que cumplen condena por delitos económicos, violencia machista o delitos relacionados con la conducción, como es el caso de Ortega Cano.

Ortega Cano comparte habitación con otro preso en este módulo, cuyos internos se comprometen a cumplir ciertas normas de convivencia, de limpieza y de organización.

Cuando entró el diestro en prisión, su defensa había pedido un informe forense con el fin de que fuera excarcelado por sus problemas de salud, una arritmia cardiaca y el bloqueo de una arteria.

El forense que examinó al torero José Ortega Cano en la prisión de Zaragoza determinó el pasado mes de mayo que sus problemas de salud pueden ser tratados por los servicios médicos penitenciarios y no necesita ser excarcelado.