El cantante Pablo Alborán ha reaparecido en la televisión este miércoles en el programa 'El Hormiguero 3.0' de Pablo Motos, donde además de interpretar los dos primeros sencillos de su nuevo disco, 'Saturno' y 'No vaya a ser', confesó los motivos de sus dos años de retirada de los escenarios. Según el músico, solo necesitaba "hacer un impasse, parar un poquito", aunque la situación que le llevó a tomar esta decisión no llegó en ningún momento a ser "ningún drama" ni tampoco estuvo motivada por un acceso de "pánico escénico".

"Mi peor enemigo he sido yo mismo, necesitaba hacer un impasse", confiaba el cantante al presentador, que explicaba así el momento, durante un concierto, en el que tomó la decisión de frenar en seco. "Fue un día de concierto, en los bises me di media vuelta y cuando salí a beber agua, me acuerdo que abracé a Esperanza, que trabaja conmigo, y le dije: Quiero irme a casa. Y entonces me miró y me dijo: '¿Tú quieres ir a casa? Mañana nos vamos para casa'. Y, al rato, dije... No. Voy a terminar lo que tengo, voy a cambiar el chip, pero necesito desconectar, necesito realmente volver a la calma. Tenía en la cabeza el próximo disco, en poder componerlo con tiempo, sin prisa, sin fecha. Necesitaba vivir un poquito y vaciarme".

La necesidad de recuperar su relación con la familia también influyó en el parón profesional de Alborán, que expilca cómo su hermana se lamentó de cómo había quedado su relación tras su salto a la fama: "Me dijo: '¿No te has parado a darte cuenta de que de repente hace siete años explotó todo y desapareciste?'. Nunca se quedó sin hermanito, pero sí que es verdad que yo seguí mi sueño y hay veces en las que no te das cuenta de que hay personas que te están esperando, que están pendientes de ti".

"He vuelto a estudiar música, a estar en casa, con mis amigos de toda la vida y encontrar la normalidad", ha explicado, sobre cuáles han sido sus prioridades durante este periodo.