Carla Bruni cumplió el pasado sábado 50 años. La exprimera dama de Francia festejó su cumpleaños en un momento apacible a nivel personal y profesional, alejada de las pasarelas y centrada en su familia y en su carrera discográfica. «Cuando tenía 20 años, mi físico me pertenecía; ahora se me escapa», dijo recientemente la cantante, que el pasado septiembre desfiló en el homenaje de las tops de los años 90 a Gianni Versace.

Nacida en Turín el 23 de diciembre de 1967, Carla es hija de Alberto Bruni Tedeschi, un rico industrial y compositor de ópera, y de una pianista, aunque años atrás su madre reveló en una autobiografía que el padre biológico fue el hijo del que en aquella época era su amante.

Hermana pequeña de la actriz Valeria Bruni y de Virginio Bruni, cuya muerte por el sida la ha llevado a convertirse en embajadora mundial contra esta enfermedad, con 5 años se mudó con su familia a Francia huyendo de las amenazas de las Brigadas Rojas.

DEBUT EN LA PASARELA / Tras pasar por varios internados en Suiza y Francia y comenzar Arquitectura, estudios que abandonó, con 19 años probó suerte en el mundo de la moda y empezó a desfilar para firmas parisinas. Poco después, en el 1988, ya era una de las tops más cotizadas en las pasarelas internacionales gracias a Yves Saint Laurent, Christian Lacroix, Valentino, Karl Lagerfeld...

En la década de los 90 se convirtió en una de las modelos más buscadas por los paparazi, tanto por su belleza como por su atrajeada vida amorosa. Los músicos Eric Clapton y Mick Jagger; el actor Vincent Perez y el periodista y editor Jean-Paul Enthoven fueron algunas de sus parejas, hasta que abandonó a este último por su hijo, Raphaël Enthoven, con quien tuvo en el 2001 a su primer retoño, Aurélien.

Paralelamente, Carla fue haciéndose un hueco en el mundo de la música, con un tono intimista. Como compositora firmó en el 1999 el disco Si j’étais elle, pero su primer trabajo como cantante, Quelqu’un m’a dit, no llegó hasta el 2002. Después se sucedieron No promises (2007), Comme si de rien n’était (2008), Little french songs (2013), A l’Olympia (2014) y el último, French touch, publicado este octubre y con el que está de gira. También ha hecho sus pinitos con el cine, participando en varios filmes, entre ellos Catwalk (1995) y Midnight in Paris (2011), de Woody Allen.

Pero en los últimos años su nombre ha estado ligado sobre todo al de Nicolas Sarkozy, al que conoció en el 2007 y con el que ha formado una familia junto a su hija Giulia Sarkozy, de 6 años, y Aurélien, de 16. Las primeras fotos de la pareja fueron difundidas poco después del divorcio del mandatario, que acababa de llegar al Elíseo. Bruni ha contado que lo sedujo con la letra de sus canciones: «Quise mostrarle que era poeta. La poeta que él nunca había tenido».

En febrero del 2008, Bruni se convirtió en la tercera esposa del presidente de Francia. La pareja contrajo matrimonio civil en una ceremonia íntima en el Elíseo, su residencia hasta la derrota electoral del 2012. Las dos últimas apariciones de la familia Sarkozy-Bruni tuvieron lugar este 8 de diciembre, en el homenaje al cantante Johnny Hallyday, fallecido dos días antes, y el lunes de la semana pasada, en el entierro de la madre del político.