Primera boda anunciada del año, la de la pareja formada por la glamurosa Paris Hilton y el actor Chris Zylka. El compromiso, con pedida de mano incluida, ha tenido lugar en las pistas de esquí de Aspen, durante las vacaciones invernales de ambos en Colorado. Además, ha sido grabado en vídeo y fotografiado cual reality channel para ser volcado en el perfil de Instagram de ella.
«¡He dicho que sí! Estoy muy feliz y emocionada de estar comprometida con el amor de mi vida, mi mejor amigo y mi alma gemela. Es perfecto para mí en todos los sentidos. ¡Me siento la chica más afortunada del mundo! ¡Eres mi sueño hecho realidad! Gracias por demostrarme que los cuentos de hadas existen», escribía.
Y es que el momento fue idílico y de película: él, de repente, se arrodilla en la nieve y le ofrece un anillo de pedida.... de dos millones de dólares... Y ella dice sí. Previamente, y en secreto, el novio ya había solicitado su mano al padre de la novia.
La celebrity ha subido las fotos del momento casi como si de una película se tratara, fotograma a fotograma, con estilismos ideales y un párrafo lleno de amor en el que describía toda la ilusión del momento. Y sí, lo mejor viene en las fotos finales... cuando enseña el anillo de compromiso: nada típico, enorme y con forma de lágrima. Se trata de un anillo con un diamante de corte pera de 20 quilates rodeado por docenas de diamantes más pequeños. «Paris le dijo a Chris que le encantaba el diamante pera de su madre, así que él no tuvo dudas en lo que tenía que pedirme», ha explicado el joyero que ha diseñado la pieza a la revista People.
La pareja lleva saliendo hace poco más de un año. Y en este tiempo poco se ha sabido sobre Chris Zykla. Se trata de un actor de origen ruso que ha participado en series de éxito como Hannah Montana (2009) o The Leftovers (2014), y que dio vida a Flash Thompson en Spiderman.
Él mismo ha confesado en una entrevista que sus orígenes son humildes. Y que incluso tuvo problemas económicos serios que le llevaron a una situación precaria durante una etapa en Los Ángeles, en la que no tenía dinero ni siquiera para alquilar un piso y tenía que ducharse en los centros comerciales. Unas condiciones de vida muy diferentes a las actuales, que le han llevado a comprometerse con una millonaria.
