París ha dado por inaugurada su semana de la alta costura, la más importante junto con Milán y Nueva York. Nada de lo que sucede pasa desapercibido para los grandes de la moda.

Este lunes tuvo lugar el esperado retorno de la casa Schiaparelli desde su cierre en 1954. El nuevo diseñador, Marco Zanini, tenía el listón muy alto en su debut, pero estuvo a la altura, con una colección que continuara con el estilo de Schiaparelli, surrealista y como él había dicho, fiel a la icónica diseñadora.

Zanini jugó con el negro tan utilizado por la diseñadora en los años 30, aunque puso la guinda cambiando el negro del traje de novia por el blanco. El vestido joya de la colección de estilo romántico concentraba 2.000 horas de trabajo, 50 metros de tul y 140 de chifón y, aún así, no pesaba. Zanini no se olvidó de los estampados y del rosa 'shocking'. El punto más Schiaparelli lo pusieron las pelucas simulando la estética de Emilie Flögue y los sombreros estrambóticos.

Feminidad y fantasía

El diseñador Raf Simons parece haber encontrado la esencia de la maison Dior con una colección de alta costura en mayúsculas. Inspirado en la cerámica de Valentine Schlegel Raf Simons ha diseñado una colección de vestidos con silueta 'bar', muy Dior y 'peplums'. Lo más llamativo fueron las zapatillas de sport más fashion que nunca.

Pocas horas más tarde, Giambattista Valli hacía volar la imaginación con una colección plagada de flores, como si de un jardín se tratara. Valli ha jugado con bucles y el volumen en sus vestidos que mezclan los bloques de color consiguiendo un resultado impeclable. El modisto ha apostado por la pedrería en sus vestidos dándole un toque armónico y elegante.

Durante la jornada de este martes, París será más alta costura que nunca con las colecciones de la casa Chanel, Stéphane Rolland, y Bouchra Jarrar.