Hace tres años, el equipo de Tim Burton tocó a la puerta de la pastelera gótica, pin-up, instagramer y maquilladora de las estrellas Christine McConnell, conocida en Estados Unidos por sus macabras creaciones a base de masa de jenjibre y por sus espeluznantes decoraciones propias de la Familia Monster. Querían algo espectacular para promocionar la película Miss Peregrine y los niños peculiares, así que la polifacética repostera y fan número uno del creador de Beetlejuice (1988) se pasó dos días horneando y creando con chocolate y mantequilla de cacahuete un demonio de siete cabezas y bocas repletas de colmillos. Burton quedó prendado por su horripilante ejecución [léase genial], y decidió contratarla inmediatamente.

McConnell, de 37 años, no tenía plantillas para usar, así que creó desde cero su casa de pan quemado: primero recortó paredes y ventanas en cartón para luego levantar los tabiques con masa de galletas. Añadió unas ventanas de cristal de azúcar y le puso telarañas al solarium. Con pinturas comestibles remató el tejado, color verde cazador. Y en el jardín colocó unos números gigantes, en sentido contrario a las agujas del reloj, en un guiño a los viajes en el tiempo del filme de Burton.

Esa colaboración con el cineasta coincidió con la publicación de su primer libro, Postres engañosos, y con la participación, junto a la modelo-erótica-retro Dita von Teese, en el reality Cupcake Wars (una especie de Masterchef solo de pasteles). Con todo eso en la coctelera, y con una legión de más de 400.000 incondicionales en Instagram -donde además de dulces cuelga sus fotos gore y de ciencia ficción-, ahora ha sido Netflix la que ha llamado a su puerta. La plataforma de televisión en streaming ha incluido su show Las curiosas creaciones de Christine McConnell, entre sus novedades de Halloween. Seis pastelitos que se saborean en poco más de 20 minutos, inclasificables, freaks y provocadores, y que sorprenden por su tremendo atrevimiento televisivo.

Porque el programa de McConnell no pretende sentar cátedra como otros documentales tipo Chef’s Table (excelente porn food si no fuera por el ¡desliz mayúsculo! de olvidar a la vanguardia española), ni hacer reír como los histriónicos Zumbo’s Just Dessert o Nailed it! (también disponible en Netflix).

TÍTERES SOCIÓPATAS

Las curiosas creaciones de Christine McConnell es otra cosa: una invitación a cocinar, pero también a ¡coserse una misma un vestido de noche! Se trata de soñar, al fin y al cabo, y da igual si se tienen 10 o 50 años. Pura fantasía hecha sitcom con una anfitriona de pelo cardado y uñas de porcelana.

En su cocina de los años 30, entre plato y plato, la estrambótica repostera charla con tres títeres sociópatas creados por la compañía de Jim Henson (La Bestia, un gato momificado y una mapache zombi algo salida). Completa el cuadro, la reina del burlesque, Dita von Teese. Ahora la Fox le ha pedido una tarta para el estreno de Bohemian rhapsody. Un pastel con un busto de Freddie Mercury en chocolate blanco y guirnaldas de fondant.