Las imágenes de un orangután fumando grabadas en un zoológico de Bandung, en Java Occidental, en Indonesia, han escandalizado a las organizaciones defensoras de los animales. En el vídeo se puede ver cómo un visitante del parque lanza una colilla al recinto de los animales y Ozon, un ejemplar de Borneo de 22 años y 150 kilos, la recoge y se la fuma como si lo hubiera hecho toda la vida.

El resto de visitantes se quedaron perplejos al observar la escena. Y un turista la grabó y la compartió en las redes, con el siguiente comentario: "Indonesia necesita desesperadamente un código para salvaguardar el bienestar de los animales en los zoológicos".

El vídeo se volvió viral: muchos usuarios han condenado la actuación del hombre que lanzó la colilla al orangután (a pesar de los carteles que prohíben arrojar comida o cualquier cosa a los animales) y también diversas asociaciones animalistas han puesto el grito en el cielo.

Disculpas

El hombre que le lanzó el cigarrillo, un joven músico que trabaja en un puesto de pescado, explicó al periódico The Star Online que lo hizo después de ver que Odon ya se había fumado un "primer" cigarrillo. El músico se entregó a la policía el pasado jueves después de que el vídeo se hiciera viral. Acompañado de su esposa y de su hijo pequeño, se personó en el zoo para pedir perdón por su comportamiento.

El hombre explicó que nunca tuvo la intención de hacer daño al animal. "Cuando llegué a la jaula de los orangutanes, [Ozon] fumaba un cigarrillo. Al poco, terminó de fumar. Me acerqué a él, levantó su mano hacia mí. Encendí un cigarrillo espontaneamente y se lo tiré, sin pensar en el impacto que aquello iba a tener", explicó el hombre a la policía.

Pena de cárcel

El inspector de policía Agung Budi Maryoto ha confirmado que el hombre está acusado de abuso animal, según el artículo 302 del Código Penal. "Podría enfrentarse a una pena de prisión de hasta tres meses", ha asegurado.

Desde el zoo han comunicado que el chico "puede pagar su error trabajando como voluntario en el parque".

No es la primera vez en que se filma un orangután fumando en Indonesia, país con una pésima protección de los animales y con una tasa muy alta de fumadores. El mismo zoo de Bandung ha sido objeto de varios escándalos por los derechos de los animales. En el 2016, el zoo fue obligado a cerrar temporalmente después de que se descubriera el cadáver de un elefante de Sumatra lleno de golpes.

Además, el pasado enero aparecieron imágenes de osos hambrientos pidiendo comida a los visitantes, lo que llevó a los activistas indonesios, entre ellos la organización Scorpion Wildlife Trade Monitoring Group, a presionar para cerrar el zoológico. De hecho, una petición de Change.org pidiendo el cierre del zoológico de Bandung ha acumulado desde entonces más de un millón de firmas.