Raquel Mosquera está desde ayer en boca de todos. Cada equis tiempo, la viuda del exboxeador Pedro Carrasco, resurge de sus cenizas como el ave Fénix y vuelve a ocupar las portadas de las revistas de entretenimiento. Esta vez, la peluquera ha sorprendido con un espectacular desnudo en Interviú, en el que muestra sus redondeces sin complejos. La verdad es que, aunque en este caso se ha destapado más de lo habitual, nunca le ha importado posar en biquini o bañador. «Soy una mujer sin complejos», ha dicho en más de una ocasión.

A sus 43 años, la exmadrastra de Rocío Carrasco se ha puesto el mundo por montera y muestra sus poderosas razones anatómicas para ocupar la portada del semanario del Grupo Zeta, donde aparece con una faja y medias de color negro y zapatos. En un reportaje de 12 páginas posa al estilo de las pin up, derrochando sensualidad. Como ella misma declara: «Es verdad que gusto a los hombres.

En 1993, cuando solo era novia de Pedro Carrasco y pesaba 30 kilos menos, fue sorprendida en Marbella practicando toples. Fue lo que llama un posado robado; o lo que es igual, tú lo cobras, pero sin que se entere nadie.

Mosquera niega que haya hecho montajes alguna vez, a pesar de reconocer que en alguna ocasión se lo han ofrecido y que no ha aceptado, siguiendo el consejo de Carrasco. Pero algún que otro episodio vivido con su segundo marido, Tony Anykpe, mientras preparaban su boda, demuestran todo lo contrario.

Habituada a reinventarse

La viuda de Pedro Carrasco se reinventa cada vez que fallan los ingresos en la peluquería. Ha pasado por el plató de Sálvame para hablar de su ingreso en un centro psiquiátrico y para contar que ha perdido unos kilos y que es imagen de una firma de alcachofa. Ha protagonizado portadas de revistas del corazón con su hija Raquelita y últimamente se ha convertido en concursante de realitys. Protagonizó una Expedición a lo imposible, con Leticia Sabater por Marruecos; más tarde se lanzó a la piscina de Mira quién salta y últimamente se ha pasado por el concurso Mujeres, hombres y viceversa, primero como asesora del amor y después de tronista en busca de novio. Pero de allí salió tal como llegó, compuesta y sin pareja. Con la portada de Interviú, a lo mejor le llueven ahora los chicos.