«Todo está bien». Con esta escueta frase zanjó Felipe VI ayer la polémica que ha levantado en la última semana la tensión que se vivió en la catedral de Palma hace siete días. El Rey respondía así a la pregunta que le hizo una periodista tras visitar a Juan Carlos en la Clínica Universitaria Sanitas La Moraleja, donde el sábado fue intervenido de la rodilla.

Felipe VI dijo que cree que su padre «tardará poco» en volver a casa una vez que reciba el alta hospitalaria, porque la recuperación de la operación en la que se le implantó una nueva prótesis «va muy bien». El Rey emérito evoluciona muy favorablemente, después de haber pasado la mañana de ayer a una habitación de planta tras permanecer 24 horas en observación en la UCI. Felipe VI acudió al centro hospitalario junto a la reina Letizia, la Princesa de Asturias, la infanta Leonor y la reina Sofía, que se quedó en la clínica para pasar más tiempo junto a Juan Carlos I.

Tras atender brevemente a los periodistas que hacían guardia a las puertas del hospital para confirmar la satisfactoria evolución de su padre, el Rey se dirigió, junto a Letizia y sus dos hijas, a su vehículo particular, el mismo que había utilizado para desplazarse al hospital, acompañados todos de doña Sofía.

Estas estampas de normalidad y buena armonía se suman a las del sábado, donde se vio cómo Letizia se volcaba en muestras de cariño hacia su suegra, a la que abrió la puerta del coche para ayudarla a salir, tanto a la llegada como a la salida del centro sanitario.

Ayer, la princesa Leonor y la infanta Sofía se bajaron del coche y le dieronla mano a su abuela nada más salir del vehículo y no se soltaron de ella hasta que entraron en el hospital.

Eso sí, antes de acceder al recinto, Sofía se hizo con sus nietas la foto que no pudo el pasado domingo en Palma porque Letizia se lo impidió. Todos posaron muy sonrientes, mientras se escuchaban aplausos espontáneos del público congregado.

PUERTAS ABIERTAS / A la salida, esa imagen se repitió: los Reyes abrieron las puertas traseras del vehículo a sus hijas, mientras algunas personas les saludaban y les hacían fotos con sus móviles.

Antes de la visita de la familia real, se produjo también la de la infanta Elena, que abandonó el hospital antes de que llegaran Felipe y Letizia, junto a sus hijas y Sofía. Elena no se pronunció sobre la tensión que plasmaba el vídeo en cuestión, aunque se mostró con semblante relajado y sin ponerse nerviosa ante la pregunta.

«Está en planta y está fenomenal», aseguró la hermana mayor de Felipe VI, que pasó más de una hora junto a su padre.

El Rey, que parece haber dejado ya atrás una semana horribilis, viajará hoy a Barcelona, donde entregará los diplomas a la última promoción de la carrera judicial.