Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana ya están oficialmente divorciados. El juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde el empresario presentó la demanda de divorcio declaró ayer la disolución del matrimonio. La extenista, que pretendía que el divorcio se resolviera en Miami (EEUU), donde inicialmente se comenzó a tramitar y donde residen ambos y sus dos hijos, tiene un plazo de 20 días para presentar un recurso de apelación.

La intención de Arantxa y de sus abogados es que Josep Santacana no se desentienda de los problemas económicos que tenía la pareja. La sentencia no incluye los capítulos matrimoniales que solicitaba Santacana, así que todo lo que se refiere al patrimonio de Arantxa se discutirá en EEUU. En el trasfondo de la separación y de la disputa económica está la querella impulsada por el Banco de Luxemburgo. La entidad se querelló contra la tenista y contra el empresario por una deuda pendiente de pagar de 7,5 millones de euros.