Mover los museos de Zaragoza por las redes. Y, de paso, presentar la nueva agenda cultural que el Pablo Gargallo tendrá a partir de ahí. Estas eran las razones del sarao que se sirvió el jueves. Pero, lo mejor fue el formato: una fiesta clandestina. Influencers, blogueros y periodistas quedaron citados por la noche en la plaza de San Felipe. Pero nadie sabía el por qué de la convocatoria. Lorena Gonzalvo, de Haiku, daba la información por goteo para mantener el suspense. Los invitados tuvieron que descubrir el resto con un juego de pistas para encontrar instrucciones en las estatuas ecuestres de la plaza. Las mismas, indicaban que los allí citados debían dar cuatro golpes en la puerta del Pablo Gargallo para encontrar a su anfitriona. Y, ¿quién apareció? La mismísima Kiki de Montparnasse, musa del genial escultor (y de otros muchos artistas del París de su época) y, más concretamente, de una de sus obras más célebres (que hasta fue el objeto de deseo de Miau, la última película de Estaregui). Y, con ella, Ángel Férnandez de Soto, amigo de Picasso y Gargallo. Una vez vestidos para la ocasión (con plumas y lentejuelas, recordando los años del charlestón), los invitados tuvieron la oportunidad de hacer una visita muy diferente al museo, disfrutando de piezas menos conocidas y descubriendo a oscuras rincones inesperados. Un prólogo a una serie de recorridos que el público podrá disfrutar este domingo ya (por las zonas del museo que suelen quedar ocultas). La guinda fue una fiesta, también clandestina, aunque llena de rostros conocidos, como el diseñador Enrique Lafuente o el radiofónico Javi Vázquez, y que contó con los responsables de la programación de los museos del área de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Javier Fernández y Susana García. Sarao compartido en minutos en Instagram. Precisamente ahí (y en facebook y twitter) estrenan cuenta estos días los museos. ¡A descubrir!