El seminario "Libertad de expresión y prevención de la violencia y discriminación por razón de religión" analizará esta semana en la Facultad de Derecho de Zaragoza los límites legales a las expresiones que hieren sentimientos religiosos o que incitan al odio.

La libertad religiosa en relación con la crisis de los refugiados, la tipificación de los delitos relacionados con este tema, el odio en el deporte, la radicalización y el extremismo violento en los establecimientos penitenciarios, y si el Derecho debe limitar las expresiones ofensivas que incitan al odio, son algunos de los temas que se tratarán, informa la Universidad de Zaragoza.

Recientemente se han incrementado en Europa las expresiones ofensivas hacia la religión, en ocasiones con una intención provocadora, cuyo mensaje es: "se puede decir todo, no hay nada sagrado".

En otros supuestos se trata no sólo de mensajes provocadores, sino que manifiestan odio o desprecio hacia quienes profesan determinadas creencias; mensajes directamente islamófobos, cristianófobos o antisemitas, en unos supuestos de ofensa, desprecio u odio que no ayudan a proteger los derechos y libertades, sino que avivan las divisiones y el conflicto.

Para profundizar en estas y otras cuestiones, la Facultad de Derecho organiza este seminario que se celebrará el jueves 26 y el viernes 27 de octubre de 2017.

Las sesiones reunirán a personalidades académicas de reconocido prestigio, 15 profesores de distintas especialidades y universidades que trabajan estos temas y que intervendrán el jueves poniendo en común los distintos aspectos que se suscitan.

Puesto que la idea con la que nace el proyecto es que los investigadores trabajen en contacto con profesionales de los distintos sectores implicados, el viernes 27 tendrá lugar un primer intercambio de pareceres con profesionales del Derecho, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Administración pública, entre ellos Jaime Rossell, subdirector general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia.

A este seminario seguirán, en el futuro, otros con profesionales de los medios de comunicación, del ámbito de la mediación y representantes de comunidades religiosas.