Llegar y triunfar. El sevillano Jaime Álvarez Pérez, de 23 años, hace unos meses acababa sus estudios de moda en Madrid y ayer ganaba en Barcelona el premio al mejor diseño emergente, dotado con 15.000 euros que ofrece la marca Desigual. «No me podía imaginar cómo ha sido la acogida», explicaba este hombretón que quiere hacerse un nombre con la sastrería masculina al frente de Mans Concept Menswear. El premio a la mejor colección fue para dos firmas, la irreverente Brain & Beast y la colorida propuesta de Krizia Robustella, dos apuestas por el diseño de vanduardia.

Y el premio Modacc, el clúster catalán de la moda por su proyección internacional fue para Naulover y su colección Seducció. «El premio es para las 130 familias de la empresa», dijeron sus representantes.

Acababan así unos días cuajados de desfiles que han abarrotado la sala del antiguo convento del Recinte Modernista de Sant Pau, con un aforo de 600 personas en cada pase. «Incluso se han llenado los de la mañana», se felicitaba Miquel Rodríguez, director de la 080. Eso es indiscutible, porque cada firma y diseñador han atraído a un buen número de familiares, amigos, clientes y conocidos. Los estudiantes de moda también han acudido en tropel a esta cita, que no deja de ser, como dice el diseñador Custo Dalmau, «un acto social al que vas a que te vean, donde escuchas música y ves chicas y chicos guapos».

REPERCUSIÓN INCIERTA / Valorar la repercusión es otra cosa. Miquel Rodríguez, en cualquier caso, está satisfecho con las cifras. «Nos gusta hablar de moda y no de política. Sería muy tonto como país que estuviéramos hipotecando el dinamismo económico o la difusión de la creatividad por otras historias -explica el diseñador-. En los dos días que hemos tenido montado el 080 Barcelona Fashion Showroom, se han cerrado pedidos allí mismo por valor de dos millones de euros, más o menos como en las cinco anteriores ediciones. Los participantes de la pasarela nos han dicho que se han quedado cortos y no han podido invitar a todos sus clientes. Y nuestra percepción es que ha sido una sección muy sólida, con unas colecciones que tienen proyección comercial a nivel internacional, que es en la línea en la que venimos trabajando estos años».

Antes de su despedida, ayer por la tarde, la pasarela se llenó de criaturas. La firma catalana Boboli presentó la colección de esta primavera verano Welcome to the jungle, que desde ahora mismo ya está a la venta en la web. Después fue el turno de Little Creative Factory.

Por la mañana, se vio el trabajo de cuatro nombres que optaban al premio a mejor diseño emergente. Hablamos de Pilar del Campo y sus creaciones en piel. De Ester Ferrando, cuya apuesta es el punto.

También de Adrià Machado y su marca AMT. «La colección se llama Komorebi, una palabra japonesa que viene a ser como un haz de luz en el bosque», decía. Una colección para mujer «con tejidos ligeros, como el tencel y el algodón, que mezcla con el brillo del foil. Todas las piezas están diseñadas en Manresa y se confeccionan en Cataluña», explica Machado. Esta 080 ha sido también el debut en la pasarela de Agnés Sunyer ysu colección Contrastes: «Muy como soy yo».