En su nuevo proyecto para la pequeña pantalla, la comedia de Movistar+ 'Mira lo que has hecho', Berto Romero (Cardona, 1974) se ha implicado hasta la ceja. Y no es para menos, porque el presentador, humorista y actor sabe muy bien de lo que habla. Su triple paternidad (es progenitor de Tomás, Lucas y Paula) le ha suministrado material de primera mano para interpretarse a sí mismo (hasta mantiene su nombre). Con su pareja ficticia, Sandra (Eva Ugarte), afronta el nacimiento de su primer retoño. Ahí es nada.

¿Cómo catalogaría 'Mira lo que has hecho'? Todo el registro de la serie es muy naturalista; en general, nos movemos en terrenos que remiten mucho a situaciones más o menos plausibles. Pero luego, evidentemente, es una ficción y forzamos las cosas. Hay momentos que obedecen a una anécdota que me pasó y que no llegó tan lejos, y eso sí que nos lo podemos permitir en la serie para que sea más incómoda. Jugamos con dos barajas: hay momentos de comedia un poco transgresora y otros de comedia naturalista.

¿Como la clásica discusión de a quién se parece más el bebé, si al papá o la mamá? No. ¿Sabe que dicen que se parecen siempre al papá por una cuestión evolutiva? Luego, cambian.

¿Era una serie pensada para Movistar+ o ya la había propuesto a otras cadenas? No. Tiene un recorrido muy específico y siempre ha sido con Movistar+. Nace de un libro, 'Padre, el último mono', sobre la maternidad, en el que escribí los prólogos de cada capítulo narrando mi propia experiencia. Y eso derivó en un proyecto que presentamos en su día a Canal+. Yo no me había implicado tanto, pero cuando lo llevamos a Movistar+ empecé a meterme hasta la cocina y a creérmelo.

Berto Romero, junto a Eva Ugarte, protagonistas de 'Mira lo que has hecho'. / MOVISTAR+

¿La serie podría interpretarse como un manual de autoayuda? No, porque no pretende sentar cátedra, ni dar ninguna respuesta, ni solucionar nada: al contrario. Retrata un momento de la vida de las personas que es muy interesante, porque todos los momentos en la vida que son muy trascendentes son muy graciosos y te ponen en situaciones en las que supuestamente tienes que hacer las cosas bien. Es como cuando cumples 18 años y te dicen: "A partir de ahora, si haces algo jodido en la calle, vas a la cárcel". Es tu responsabilidad. Ahí la vida se pone divertida.

Y con un hijo también... Sí, porque es como decir: "Ojo con lo que haces ahora, porque ya no te afecta solo a ti y puedes estropear a esa persona". Toda la familia, que a lo mejor te había dejado de molestar, vuelve a entrar en tu vida y te empiezan a decir cómo hacer las cosas para ayudar… La presión aumenta, la pareja también se tambalea, porque pierde su espacio... Son momentos muy divertidos. Lo bonito de la comedia es retratar esa situación de tensión y de no saber qué hacer. No hay manuales sobre la paternidad. Nadie tiene la razón y todo el mundo opina. El suelo se abre bajo tus pies y es ese momento el que queremos retratar.

Como cuando los abuelos explican que, con ellos, tu hijo se porta bien y que a ti te trata como al pito del sereno… No hemos llegado ahí aún, porque nuestro hijo es muy bebé en esta primera temporada. Pero llegará, por supuesto.

¿Qué opina de esa tradición estadounidense del 'baby shower', que llena de regalos a los padres de un recién nacido? Yo tuve mi primer hijo en el 2010 y no había llegado todo esto. Pero, en la serie, hablamos de muchas tonterías como estas, de muchas teorías sobre cómo educar...

La pareja protagonista, en una imagen de la serie. /MOVISTAR +

Ser creador, guionista y protagonista debe de ser un gran caramelo para usted. Sí, me lo he regalado yo, porque tenía dos opciones: esperar a que alguien lo hiciera o hacerlo yo. Pensé que iba a hacerlo yo, porque imagínese que espero y no se le ocurre a nadie. A veces hay cosas que, si hablas desde el corazón y desde las tripas, las tienes que explicar tú. No es tampoco por una cuestión de ego. Tengo que decir que he escrito este guion y he cuidado más el personaje de Eva [Ugarte] que el mío. Ella es la gran protagonista de la serie, mucho más que yo. Yo he escrito esta ficción de forma muy intuitiva, y estoy muy contento de ello, con mucho oficio y cuidando mucho la forma.

¿Cómo definiría al Berto de 'Mira lo que has hecho'? No puedo hacerlo. Es una versión ficcionada de mí mismo. En ocasiones, es muy parecido a mí, pero otras, no, porque está al servicio de la comedia. Los cómicos de 'stand-up' [comedia de pie] construimos un personaje que se parece a la persona, pero desde el cual se trabaja la comedia. Y este tipo de ficciones están construidas desde este personaje. La frontera entre donde acabas tú y donde empieza él es muy difusa, porque tiene tu mismo nombre, tu mismo cuerpo y tus mismas experiencias, hasta donde tú quieres enseñarlas.

¿Cuánta trama hay inventada y cuánta real en el guion? Ese es un ejercicio bastante estéril que no nos lleva a ninguna parte, porque me gusta dejar que ese juego y ese misterio esté ahí para que el telespectador pueda pensar en si es verdad o no. Y, seguramente, se equivocará. No tiene importancia. Lo que sí la tiene es que todo está explicado desde una base real. Si mi vida fuera digna de rodar una serie, hubiera metido las cámaras en casa. Pero no lo es.

Usted se ha definido como un superviviente, porque tiene tres criaturas y compaginarlo con el trabajo resulta complicado. Todos somos supervivientes, porque no sé mucho más que cualquier otra persona. Alguien que solo tiene un hijo, pero cuyo trabajo es horroroso y está fuera de casa 14 horas, es más superviviente que yo. No es tanto una cuestión de supervivencia, sino de vivencias. Todo en la vida hay que vivirlo intensamente: con los hijos ocurre lo mismo y, además, de una forma espectacularmente potente.

Hay una generación en la que el síndrome de Peter Pan ha provocado estragos… No he vivido eso: quería tener hijos de bastante joven. Es algo que me ha llamado mucho la atención: yo no soy de salir de noche.

Famosas como Soraya Arnelas y Samanta Villar hicieron ciertos comentarios sobre la maternidad, y se les tachó de malas madres. ¿Qué opina usted? Es positivo hablar de todo desde la sinceridad y el corazón. Si a alguien le ha parecido que la paternidad o la maternidad es desgastante, también lo puede decir.

Cuando rodó 'El pregón' dijo que había sido el proyecto más bonito que había hecho hasta entonces. ¿Tiene la sensación de que 'Mira lo que has hecho' le marcará de una manera especial? Voy evolucionando, como todo el mundo, y tengo la suerte de poder dar pasos en una dirección que consiste en hacer cosas cada vez más personales y en las que me implico más. Si vuelvo la vista atrás, me parece una nimiedad lo que hice en 'El pregón'. La implicación fue ridícula comparada con lo que he hecho ahora. Pero en aquel momento era cierto lo que dije, porque era la primera vez que me involucraba en un guion, en intentar levantarlo, en la producción... y fue una experiencia más cerebral e intelectual. Aquí, he sido mucho más emocional.

¿La grabación ha arrojado alguna anécdota? Todo el rodaje ha sido una vivencia muy intensa y una anécdota en sí misma, porque los guiones respiraban verdad. Salía de casa y me iba con mi otra familia. Han pasado cosas bastante mágicas, pero tampoco se nos ha ido la castaña.