Un gran hombre dijo una vez: «Todo gira en torno al sexo salvo el sexo. El sexo tiene que ver con el poder». La frase pertenece a Frank Underwood, el político sin escrúpulos que Kevin Spacey interpretó en las primeras cinco temporadas de House of Cards, pero sirve para encapsular los problemas a los que se enfrenta ahora el actor de 59 años. Spacey compareció ayer ante un tribunal de Massachusetts para declararse no culpable de los cargos de asalto indecente a los que se enfrenta. El intérprete ha sido acusado por la periodista Heather Unruh de haber manoseado los genitales de su hijo cuando este tenía 18 años y trabajaba en un bar de la isla de Nantucket. El incidente se habría producido en el 2016 y ha contribuido a hundir la carrera del que era uno de los actores más queridos por el público.

Spacey compareció con un traje oscuro y gesto distendido, tanto que intercambiaba risas con su abogado antes de que se abriese la vista. El magistrado le impuso una orden de alejamiento de su presunta víctima mientras dure el juicio, que se reanudará el 4 de marzo. El actor dejó que hablara su representante legal, quien pidió al tribunal que preserve durante seis meses los datos del teléfono móvil de la víctima, que según la defensa habría intercambiado mensajes con su novia el día de la presunta agresión. Esos mensajes, dijo el abogado Alan Jackson, son «probablemente exculpatorios».

Las acusaciones contra Spacey datan de noviembre del 2017, cuando Unruh, una antigua periodista de televisión en Boston, hizo público el episodio de su hijo, que trabajaba de camarero en el restaurante Club Car cuando conoció al actor en el verano del 2016. «Al denunciar la agresión sexual, mi cliente está decidido a animar a las víctimas sin voz que aún no se han atrevido a denunciar», dijo el letrado de la acusación.

Spacey se enfrenta a una pena máxima de cinco años de cárcel si es declarado culpable. De los documentos presentados ante el tribunal se desprende que aspira a poner en duda la credibilidad de la víctima que, según los argumentos de la defensa, mintió sobre su edad y sus estudios cuando se presentó al actor. Su abogado tiene mucha experiencia en estas lides. Entre otras cosas, logró salvar de la cárcel al famoso productor Phil Spector de los cargos por asesinato a los que se enfrentó.

Solo unos días antes de su primera comparecencia ante el juez, Spacey tuiteó un vídeo en el que imitaba a Frank Underwood para defender su inocencia. «A pesar de toda la animosidad, los titulares y la condena sin juicio», decía en la grabación, «me siento sorprendentemente bien y tengo cada día más confianza en que la verdad se sabrá muy pronto». La caída en desgracia de Spacey, que ha quedado fuera de la última temporada de House of Cards, comenzó poco antes de que se conociera esta última acusación. Más de una treintena de hombres aseguran haber sufrido acoso sexual del actor. El primero en abrir la caja de los truenos fue el actor de Star Trek, Anthony Rapp, quien le acusó de haberle acosado en una fiesta en 1986, cuando Rapp tenía 14 años y Spacey, 26.