Son realizadoras de prestigio, que trabajan como directoras de producciones tan exquisitas como son las serie ‘American Horror Story’, ‘The Americans’ o ‘Scandal’. Pero pocas, muy pocas, apenas un puñado de excepciones que no dudan en pedir que se impongan cuotas en la industria audiovisual estadounidense para que ellas tengan mayores posibilidades de demostrar su valía.

“No quiero decir que me contratan porque soy una mujer, pero tal vez en este momento necesitamos cuotas", afirmó Maggie Kiley (‘American Horror Story’) durante una mesa redonda organizada por la cadena FX en Los Ángeles, y en la que participaron siete realizadoras de renombre. “Si se ha de adoptar esta medida drástica, que sea ya”, insistió Rachel Goldberg (‘American Horror Story’).

Según el último informe anual sobre la diversidad en Hollywood, elaborado por la Universidad de California (UCLA), las minorías representan el 40% de la población de EEUU, del que un 10% son directores. Ante esta realidad, la posición de la mujer es dramática: son la mitad de la población de EEUU, pero en el sector audiovisual apenas son el 10%

Estos decepcionantes datos estadísticos son aún más desmoralizantes si se añade la experiencia profesional de las pocas realizadoras que hay en activo. Por ejemplo, Steph Green, quien ha dirigido episodios de ‘Scandal’ y ‘Luke Cage’, ha tenido que soportar en muchas ocasiones la incredulidad de las productoras. "Me preguntaban si sería capaz de dirigir una serie de acción”, explica una profesional que tiene en su haber producciones tan ‘movidas’ como ‘American Crime’, ‘The Americans’ o ‘Preacher’.

Pero el machismo latente va más allá de los productores y enturbia las relaciones hasta con los mismos colegas de profesión, como reconoce Maggie Kiley: durante la localización de escenarios a la que asistió con un asistente, el resto de profesionales se dirigía a él, pensado que era el director, y ella, la asistente, o durante el rodaje acercarse el maquillador para hacerle retoques pensando que ellas era una de las actrices…

AGRADECIMIENTO A RYAN MURPHY

Pero aguantan, dirigen y, luego, todos quedan sorprendidos. “¡Oh! Tú ya debías haber dirigido un episodio de televisión… Este no puede ser el primero…", es lo que suelen oír en los estudios cuando ‘ellos’ ven el trabajo de ‘ellas’. "No somos principiantes, pero claro, necesitamos que alguien que nos dé la oportunidad", explica Rachel Goldberg, quien mostró su agradecimiento precisamente al productor de ‘American Horror Story’, Ryan Murphy ('Glee', 'American Crime Story'...), que fue quien la contrató para dirigir un episodio de la exitosa serie de la cadena FX. “Me cambió la vida", afirmó la realizadora.

Precisamente fue la dirección de la cadena FX (organizadora de la conferencia) y Ryan Murphy los que crearon en el 2016 ‘Half Initiative’, una iniciativa que tiene como objetivo contratar al menos un 50% de cineastas y realizadores de minorías. Y según la propia FX, el número de directoras en sus producciones han pasado de ser el 12 %, en el 2015, al 51%, el año pasado.

Esta iniciativa demuestra que la discriminación positiva puede ser una solución. “Las cuotas son necesarias, no solo para que las mujeres reciban un primer trabajo de dirección, sino también para cambiar la actitud general, y que todo el mundo se acostumbre a ver mujeres tras las cámara”, dice Meera Menon, quien acaba de terminar el rodaje de un episodio de ‘Snowfall', una dura y movida serie (en el catálogo de la HBO) sobre el ‘boom’ del 'crack' en Los Ángeles a principio de los años 80.