En septiembre del año pasado, Donatella Versace, la mamma de la moda, homenajeaba a su hermano en el 20º aniversario de su asesinato en Miami. Al final de su desfile en Milán y por sorpresa Cindy Crawford, Carla Bruni, Naomi Campbell, Helena Christensen y Claudia Schiffer, las tops models de los 90, pisaron por primera vez juntas la pasarela en décadas. El desfile del pasado viernes fue distinto para la marca de la medusa. Y es que coincidiendo con la presentación en la Semana de la Moda de Milán se ha sabido que Italia está a punto de perder una de sus firmas de moda de lujo míticas. Según ha informado en exclusiva Il Corriere della Sera se da por hecho que en cuestión de horas se hará oficial el anuncio de la venta de Versace a un grupo estadounidense por unos 2.000 millones de dólares (1.700 millones de euros) en un acuerdo que se habría sellado durante el fin de semana.

Los rumores se han visto alimentados por la convocatoria que ha hecho la propia Donatella Versace, de 63 años, que convocó a sus trabajadores hoy mismo para trasladarles una comunicación oficial.

El asesinato del modista siciliano marcó la vida de de su familia y de su compañía. Ocurrió el 15 de julio de 1997, cuando Andrew Cunanan, prostituto y autor de otros cuatro crímenes, le descerrajó dos tiros en las escalinatas de su mansión de Miami. Sobrevivir al diseñador ha convertido a Donatella en una superviviente. En lo personal y en lo empresarial. La firma ha cumplido cuatro décadas sobre la pasarela, y la última mitad de su historia -la liderada por ella- demuestra que en Versace resistir es una palabra muy conjugada. A punto de quebrar en el 2004, la marca vivió un nuevo resurgir a partir del 2014, pero por lo visto no ha sido suficiente.

Con la venta de Versace caería uno de los pocos grupos que se mantenían de forma independiente. La situación de la dirección de Versace, que ahora carece de consejero delegado, se ha interpretado como una señal de que algo iba a pasar.

La duda ahora es saber quién está interesado en la compra de la firma de la greca y los destellos dorados. Se barajan dos nombres y los dos estadounidenses. El que suena con más fuerza es Michael Kors, volcada en una estrategia de expansión dentro del sector del lujo que ya le llevó a adquirir hace un año al fabricante de calzado Jimmy Choo -sus taconazon se fabrican en Alicante- por unos mil millones de euros. Otro de los nombres que suena es Tiffany, que se encuentra en pleno proceso de relanzamiento del grupo de joyas con dos italianos al frente, el CEO Alessandro Bogliolo y el accionista Francesco Trapani. En cuanto al accionariado de Versace, la empresa está controlada por Givi, una firma cuyo 50% está en manos de Allegra Versace Beck, un 20% pertenece a su madre Donatella que es, a su vez, la directora de estilo y el otro 30% pertenece a Uncle Santo Versace.