Justo antes de que el juez James Burke le impusiera una dura sentencia de 23 años de prisión, solo cinco menos del máximo posible que enfrentaba, Harvey Weinstein ha hablado al magistrado durante 14 minutos. Lo ha hecho en voz baja, difícil de escuchar en toda la sala, y aunque ha mostrado remordimiento no lo ha hecho solo por las dos víctimas, presentes en la vista, por cuyas agresiones ha sido condenado, Mimi Haley y Jessica Mann, sino por todos los hombres que, según él, están atravesando una crisis.

Yo, yo..., ha dicho antes de asegurar que miles de hombres están perdiendo las garantías legales en Estados Unidos ante acusaciones de carácter sexual y antes también de mostrarse preocupado por este país. No es la atmósfera adecuada, ha asegurado Weinstein, que ha dicho que hay gente perdiendo sus trabajos y ha mencionado las persecuciones de comunistas durante la época de la denominada caza de brujas en EEUU.

Weinstein ha asegurado sentirse genuinamente confundido por lo que le ha sucedido. Ha dicho también que tenía la impresión de que mantenía relaciones amistosas con Haley y Mann. No voy a decir que estas no son grandes personas. Tuve tiempos maravillosos con ellas, ha declarado, pese a que las dos mujeres poco antes habían hablado también ante el juez de las profundas cicatrices y secuelas no siempre visibles que les dejó Weinstein con sus agresiones. Estoy genuinamente confundido. Los hombres están confundidos sobre este tema, ha dicho.

Weinstein ha afirmado que siente remordimiento profundamente en el corazón y ha asegurado que está intentando realmente ser una persona mejor y que desde que empezó esto" ha desarrollado "más empatía.

Como habían hecho antes sus abogados defensores, el antiguo productor también ha repasado donaciones benéficas que ha hecho a lo largo de su vida, incluyendo de millones de dólares, todo lo que se pedía, en Nueva York tras los atentados del 11-S o después de que impactara el huracán Sandy. Asimismo, ha hablado ante el juez de la relación rota con sus hijas mayores y sus exesposas. No sabían nada sobre esto. Tomé medidas extraordinarias para esconder mi comportamiento, ha dicho también. Fui infiel y simplemente no hay palabras para decir lo mal que me siento por ello. Puede que no vea más a mis hijos y son todo para mí en este mundo.

Sus palabras no han conmovido al juez. Inmediatamente tras su declaración Burke le ha dicho que "aunque es primera convicción no es primera ofensa". Luego le ha informado de que será registrado como agresor sexual. Después ha dicho que será el Departamento de Prisiones del estado de Nueva York el que determinará en qué cárcel cumple la sentencia. Y finalmente la ha dictado: 23 años.