El equipo de los centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana de Fundación DFA, compuesto por psicólogas, terapeutas ocupacionales, logopedas y fisioterapeutas, nos ofrecen una serie de consejos sobre las emociones y la información que les transmitimos a los y las más ‘peques’ de la casa. Porque no solamente es importante centrarse en las rutinas diarias y las actividades, sino gestionar tanto la información como los sentimientos que nos produce a mayores y pequeños esta situación de aislamiento en los domicilios, especialmente en aquellos niños o niñas con dificultades en el desarrollo o alguna discapacidad.

«Hay que adaptar la información y dosificar la cantidad a la edad y capacidad, e invertir tiempo en que entiendan la situación a su manera, sobre todo aquella como salir a la calle o ir al colegio, y que entiendan que no es una decisión propia. No pasa nada por contestar ‘no lo sé’ y siempre ayuda hacer uso de los apoyos visuales, sean dibujos o vídeos. Muchos niños y niñas necesitarán que les repitan una y mil veces la misma explicación con el objetivo de sentirse seguros».

Puede ser buen momento para centrarnos en potenciar su autonomía e implicar a los peques en la elección de las actividades de ocio o en esa actividad especial de fin de semana, «les hará sentir que son válidos en sus casas y, sobre todo, que se les tiene en cuenta».

En estos momentos lo que más nos sobra es tiempo. Aprovechémoslo para fortalecer vínculos, compartir actividades y escucharnos. Es importante hablar con los ‘peques’ de cómo se sienten y poner nombre a sus emociones. «No olvidemos, tanto mayores como pequeños, que nos podemos permitir sentir mal en algunos momentos. Pasar por varios estados de ánimo es normal».