Plena inclusión España ha lanzado esta semana un SOS al Gobierno ante la situación de desamparo que soportan 17.000 personas con discapacidad intelectual confinadas en más de mil dispositivos residenciales de todo el país, entre residencias y pisos tutelados. En las residencias de entidades miembro de Plena inclusión Aragón viven 560 personas, otras 70 residen en pisos tutelados gestionados por estas organizaciones, y otras 42 reciben atención en sus domicilios. Esos casi 700 aragoneses con discapacidad intelectual o del desarrollo son atendidos por 530 profesionales.

Plena inclusión ha hecho llegar esta llamada de auxilio al Ejecutivo de Pedro Sánchez ante la falta de material médico y de protección, la saturación de los servicios y el aumento de nuevos casos confirmados de coronavirus en lugares donde el personal que los atiende asume una enorme sobrecarga de trabajo generado por la pandemia.

«Reclamamos al Gobierno y a las comunidades autónomas urgentes suministros de equipos de protección Individual (mascarillas, guantes, etc.), el refuerzo del personal sanitario y que entiendan que en este momento crítico las personas con discapacidad intelectual son población especialmente vulnerable», expone Santiago López, presidente de Plena inclusión España.

Una petición a la que se suma Plena inclusión Aragón, cuyo presidente, Santiago Villanueva, a través de una carta abierta dirigida a la Consejería de Salud del Gobierno de Aragón, ha exigido también «que se pueda realizar el test del virus a los usuarios de los centros residenciales, a fin de determinar la necesidad de aislamiento, y así evitar el contagio al resto de profesionales y usuarios».

Plena inclusión advierte de que el progresivo deterioro de las condiciones en estos espacios residenciales pone en serio riesgo cientos de vidas humanas. El personal, aunque demuestra cada día una entrega generosa que va mucho más allá de lo exigible, se ve obligado a doblar turnos y empieza a verse superado por una situación que excede cualquier previsión.