El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha reiterado la exigencia de Moscú para que Ucrania deje de emplear al Ejército para reprimir la rebelión en el sureste rusoparlante del país. Una advertencia que llega después de que el alcalde de Donetsk, Alexander Lukianchenko, cifrara en 40 los muertos de los combates registrados el lunes en la localidad, aunque sin especificar a qué bando pertenecían. Ha apuntado, eso sí, que al menos cuatro son civiles. El primer ministro de la autoproclamada república popular, Alexander Borodai, ha elevado el número de muertos al centenar.

Los combates, que el martes se han reanudado, tuvieron lugar el lunes en el aeropuerto de la ciudad, donde la aviación ucraniana lanzó un ataque y se extendieron después hacia la estación de ferrocarril y otras partes de esta ciudad, bastión rebelde en el sureste de Ucrania.

"El objetivo número uno y la prueba de solidez de las autoridades de Kiev, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones presidenciales, es el cese inmediato del empleo del Ejército contra la población y el fin de cualquier violencia por las partes", ha dicho Lavrov en rueda de prensa.

También el presidente ruso, Vladímir Putin, ha pedido el cese inmediato de la ofensiva militar ucraniana en una conversación telefónica con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

"Putin subrayó la necesidad de poner fin inmediatamente a las operación militar de castigo en las regiones del sureste de Ucrania y a comenzar un diálogo entre las autoridades de Kiev y los representantes regionales", ha señalado el servicio de prensa del Kremlin.

Por su parte, Lavrov ha reiterado que Rusia respeta los resultados de los comicios celebrados el domingo en el país vecino, en las que el magnate Petro Poroshenko se proclamó presidente de Ucrania tras obtener más del 54 % de los votos.

"Sin embargo creemos que es absolutamente necesario cumplir sin más dilación lo acordado en el comunicado de Ginebra del 17 de abril y cesar toda violencia", ha insistido.

El titular de Exteriores ruso señaló que "no se contempla" de momento una visita de Poroshenko a Rusia, pero aseguró que el nuevo presidente ucraniano "encontrará en nosotros un socio serio y sólido" si entabla diálogo con el sureste rebelde del país.