Actualmente residen 2,1 millones de inmigrantes turcos en Alemania, especialmente en los estados de Renania del Norte-Westfalia y Baden-Wurtemberg. La principal oleada de inmigración turca se produjo en 1961, y su aportación fue decisiva para el llamado milagro económico alemán, que permitió la recuperación del país tras la segunda guerra mundial.

Los inmigrantes procedían, en su inmensa mayoría, de Anatolia (en el este), una región marcada por el subdesarrollo, la pobreza y el analfabetismo. Los turcos, en principio, vinieron para pocos años, pero se quedaron para siempre. Ahora hay alrededor de 250.000 ciudadanos alemanes de origen turco, y los matrimonios mixtos son numerosos.