Rebeldes separatistas mataron ayer a 22 personas en el noroeste de la India al hacer estallar una bomba durante la celebración de la fiesta de la independencia. Entre las víctimas del atentado, que tuvo lugar en la localidad de Ghemaji, en la conflictiva provincia de Asam, se encuentran siete menores y ocho mujeres que habían salido a la calle a presenciar el desfile de conmemoración.

En medio del caos, la multitud atacó con piedras y palos a la policía, a la que acusaba de no velar por la seguridad del abarrotado desfile. Los agentes se defendieron con disparos al aire, pero tardaron más de dos horas en dispersar a los furiosos vecinos. El gobernador de la provincia, Tarun Gogoi, condenó el ataque y culpó al Frente Unido de Liberación de Asam (ULFA), uno de los numerosos grupos rebeldes que reclaman la independencia o una mayor autonomía de esta provincia fronteriza con Birmania, China, Bangladesh y Bután.

La celebración del 57º aniversario del final de la colonización británica ha estado, en general, marcada por la violencia. Separatistas cachemiranos lanzaron una granada contra un desfile en la localidad de Dangiuachi, en el norte de la región musulmana, y dejaron heridas a 15 personas.

El sábado por la noche estalló una bomba en el interior de una sala de cine de Gauripur, otra localidad de la provincia de Asam, donde falleció una persona.