Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que el Ejército israelí ha derribado más de 3.000 viviendas y ha destruido el 10% del territorio agrícola en los últimos tres años y medio.

El director de la sección española de AI, Esteban Beltrán, pidió al nuevo Gobierno que cese la venta de armas a Israel, después de que en los últimos años haya facturado a este país 14 millones de euros.