La guerra contra Irak amenaza la reelección del presidente George Bush, pues son ya mayoría --el 54%-- los estadounidenses convencidos de que el inquilino de la Casa Blanca mintió o exageró los datos sobre las armas prohibidas de Sadam Husein para justificar el ataque, según reveló ayer un sondeo de The Washington Post y la cadena televisiva ABC.

La encuesta pone en entredicho la honestidad y la credibilidad del presidente, haciéndole más vulnerable ante su casi seguro rival demó- crata a la presidencia, el senador por Massachusetts, John Kerry, quien derrotaría a Bush con el 52% de los votos --contra el 43%-- si las elecciones se celebrasen ahora.

LOS PUNTOS OSCUROS El último sondeo del Post ha demostrado que van haciendo mella en los ciudadanos los numerosos puntos oscuros de la guerra de Irak, que sólo mereció la pena para el 48% de los encuestados. El más dañino de todos ha sido la incapacidad de encontrar las armas de destrucción masiva con las que Bush justificó el ataque, a pesar de que un estudio de los servicios secretos estadounidenses, realizado tres meses antes de la guerra, ya predijo que nunca se encontrarían. El estudio fue entregado en diciembre del 2002 al Consejo de Seguridad Nacional, pero no fue presentado a Bush, aseguraron ayer fuentes del espionaje.

El fiasco de las armas prohibidas de Sadam es tan grande y puede dañar tanto las perspectivas electorales de Bush que David Kay, exinspector de armas de EEUU, le recomendó ayer que reconozca que se equivocó sobre su existencia para acallar el tema. "Si no reconoce su error y todo el mundo se da cuenta de que teme reconocerlo, sus oponentes políticos y la prensa lo esgrimirán contra usted", advirtió Kay.

Al mismo tiempo, el Comité de Inteligencia del Senado decidió ayer extender su investigación al trabajo desarrollado por los servicios de espionaje antes de la guerra para ver si los altos cargos de la Administración de Bush "exageraron o malinterpretaron" la información recibida para justificar la guerra.

Kerry ya ha empezado a resaltar en sus mítines "la brecha en la credibilidad" del presidente que demuestran no sólo sus argumentos para lanzar la guerra contra Irak, sino también su conducta cuando eludió ir a la guerra de Vietnam y para ello ingresó en la Guardia Nacional, a la que no se presentó en casi 9 meses.

CLARK APOYA A KERRY El favorito a la candidatura demócrata a la Casa Blanca recibió ayer el importante respaldo de su exrival, el exgeneral Wesley Clark. "Pido permiso para subir a bordo", le dijo el militar a Kerry durante un mitin en Madison (Wisconsin), donde Clark recomendó a los demócratas y, en particular, a quienes le han votado durante su breve paso por las primarias, que respalden ahora al senador.

A Kerry le van a hacer falta todas las ayudas posibles, puesto que su imparable camino hacia la candidatura demócrata ha decidido a los asesores republicanos del presidente Bush a pasar al ataque. La "guerra sucia" contra el senador comenzó en el mismo portal de internet conservador donde se reveló la relación entre la becaria Monica Lewinsky y el presidente Bill Clinton. Ahora, se achaca a Kerry una relación extraconyugal que ayer fue rechazada por el candidato. "No hay nada, no hay noticia", dijo el senador.

Los partidarios de Bush también han tratado de desacreditar a Kerry entre los veteranos de guerra, haciendo circular una foto suya sentado junto a la actriz Jane Fonda, en un mitin contra la guerra de Vietnam en 1970, y asegurando que ha recibido dinero de grupos de interés porque "carece de principios". La respuesta de Kerry fue inmediata: "Estoy dispuesto a luchar".