"La tripulación y los pasajeros no han tenido ninguna posibilidad de sobrevivir". Una fuente oficial anónima rusa describía de esta sombria forma la catástrofe aérea que se produjo este domingo en las afueras de Moscú. Un avión de transporte regional Antonov An-146 perteneciente a la compañía Sarátovskie Avialinii (Líneas Aéreas de Sarátov) que cubría la ruta entre Moscú y la localidad de Orsk, a unos 1800 kilómetros al sureste, se había precipitado al suelo al poco de despegar del aeropuerto capitalino de Domodédovo, causando la muerte a las 71 personas que viajaban a bordo. Con este accidente se rompe la racha positiva de la aviación civil mundial, en la que no se han registrado accidentes mortales desde diciembre del 2016, aunque sí incidentes con aviones militares o de carga.

Las primeras imágenes del avión siniestrado no dejan lugar a dudas acercade la violencia del impacto. Restos de fuelaje, incluyendo uno de los motores estaban esparcidos sobre la llanura nevada. En el momento del accidente, nevaba con intensidad en Moscú y sus alrededores y el termómetro marcaba una temperatura de cinco grados bajo cero.

En el avión viajaban 65 pasajeros y seis miembros de la tripulación. entre ellos tres menores de edad, uno de ellos de cinco años. La televisión rusa mostró imágenes de los familiares en el aeropuerto de Orsk, muchos de ellos cubriéndose el rostro con las manos. El lugar de impacto, de difícil acceso, que obligó a los equipos de rescate a avanzar a pie o a bordo de vehículos especialmente preparados para la nieve o helicópteros, se halla cerca de la población de Argunovo, a unos 80 kilómetros al sureste de Moscú. Al caer la noche en las regiones europeas de Rusia, varios cadáveres habían sido recuperados, según ha informado el Ministerio para las Situaciones de Emergencia.

Se desconoce el origen del siniestro

El aparato únicamente permaneció unos pocos minutos en el aire, antes de precipitarse al suelo por causas desconocidas. Las autoridades barajan la posibilidad de que se trate de un fallo del piloto, la meteorología adversa, las condiciones técnicas y "otras variantes", sin mencionar siquiera la posibilidad de un atentado terrorista. Los investigadores han comenzado a interrrogar al personal de Saratovskie Avialinii, tanto en el aeropuerto moscovita de Domodédovo, así como en Orsk y Sarátov, localidad donde tiene su sede la compañía aérea. Además, han solicitado para estudiarla toda la documentación referida al estado del aparato y su mantenimiento. El Antonov siniestrado era bastante nuevo: había sido fabricado en el 2010, en el 2016 inició los vuelos para aerolinea de Sarátov y nunca se habían detectado incidentes técnicos. .

Tras el accidente, la cadena Mash ha difundido un vídeo de hace dos años en el que supuestamente se ve al avión estrellado.

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