En un caso más de corrupción que empaña a la clase política y en particular al presidente de Brasil, Michel Temer, los abogados del mandatario pidieron al Supremo Tribunal Federal que anule un reporte de la policía federal que recomendó que él y sus cercanos sean acusados de corrupción y que les confisquen sus bienes.

La policía ha estado investigando a Temer por supuestamente aceptar sobornos a cambio de ayudar a dar forma a un decreto que regula los puertos de Brasil y en particular por extender concesiones en el recinto portuario de Santos, para beneficiar a las compañías de asociados cercanos.

Confiscar bienes

Temer, quien asumió el cargo en el 2016 después de que la exmandataria Dilma Rousseff fue sometida a un juicio político, ha dicho en repetidas ocasiones que es inocente. Ha enfrentado varias acusaciones de corrupción, pero no puede ser procesado mientras esté en el cargo, a menos que la corte suprema decida despojarlo de su inmunidad.

El equipo de defensa de Temer argumentó que la policía federal no debería poder acusar al presidente sin la autorización del Supremo Tribunal Federal o de la oficina de los fiscales.

El reporte de la policía federal recomienda que Temer, su hija Maristela, su exasesor Rodrigo Rocha Loures y otras ocho personas, enfrenten cargos y sus activos sean confiscados por su rol en el supuesto lavado de dinero derivado de sobornos a través de transacciones inmobiliarias.

Esperan los resultados de investigaciones

Carlos Marun, ministro de la Secretaría del Gobierno de Brasil, dijo que Temer estaba indignado y sacudido por el reporte policial. El juez del Supremo Tribunal Federal Luís Roberto Barroso, quien supervisa el caso, señaló que esperaría a ver los hallazgos de la oficina de los fiscales de Brasil antes de decidir cómo proceder.

El mandato de Temer termina el 1 de enero y con ello su inmunidad. El congreso federal votó dos veces el año pasado para impedir que Temer fuera sometido a juicio por tres acusaciones de corrupción presentadas en su contra.