Los "monstruos interiores" de Sayfullo Saipov que intuían algunos de quienes conocían al acusado por el atentado en Nueva York el martes aún no han salido a la luz. Lo que sí se empieza a conocer en detalle gracias a la presentación de cargos el miércoles es la versión oficial de cuándo y cómo planificó el ataque, en el que mató a ocho personas y dejó heridas a otras 12, construida en parte con su propio testimonio.

Según la documentación presentada en un tribunal civil federal de Manhattan, el uzbeko de 29 años, residente permanente en Estados Unidos desde 2010, empezó esa planificación aproximadamente hace un año. En las 10 páginas preparadas por el Departamento de Justicia se dice que era un voraz consumidor y meticuloso estudiante de propaganda del Estado islámico, y en sus teléfonos (al menos dos) se han encontrado como mínimo 90 vídeos y 3.800 imágenes.

Uno de esos vídeos, en el que Abu Bakr al-Bagdadi preguntaba a sus seguidores qué estaban haciendo para vengar los asesinatos de musulmanes en Irak, y el número 3 de la publicación del EI 'Rumiyah' en el que hace un año se dieron instrucciones sobre ataques con vehículos (y que siguió “prácticamente al pie de la letra”), se mencionan como inspiración específica.

Fue hace dos meses cuando Saipov "decidió usar una furgoneta para inflingir el máximo daño contra civiles". Hace nueve días alquiló una para practicar los giros. El martes volvió a hacerlo, pero ya no para practicar.

Las autoridades aseguran que eligió el día de la fiesta de Halloween pensando que habría más gente en la calle. Pretendía inicialmente llegar hasta el puente de Brooklyn para proseguir su ataque. Y siguiendo también las instrucciones de 'Ruminyah', llevaba cuchillos en la furgoneta para continuar el ataque, aunque por alguna razón no pudo cogerlos al abandonarla después de estamparse contra un autobús escolar.

Saipov descartó poner banderas del EI en el vehículo para no llamar la atención, pero solicitó (sin éxito) que se las dieran en el hospital. Fue allí también donde, según las autoridades, dijo que "se sentía bien por lo que había hecho".

La pena de muerte

Además de un cargo de apoyo material al terrorismo, Saipov enfrenta otro, el de violencia y destrucción de vehículo provocando muerte, que puede conllevar la pena capital. Y aunque el Departamento de Justicia no ha anunciado aún si la solicitará, si lo ha hecho, en dos tuits, el presidente de EEUU, Donald Trump (que abandonó en menos de 24 horas la idea de procesarlo en Guantánamo).

Las declaraciones de Trump (que el miércoles denigró el sistema judicial criticando que es "un chiste" y un "hazmerreír") alarman a los expertos legales, que creen que pueden dificultar las garantías de que un jurado sea imparcial.

Las declaraciones de Trump (que el miércoles denigró el sistema judicial criticando que es "un chiste" y un "hazmerreír") alarman a los expertos legales, que creen que pueden dificultar las garantías de que un jurado sea imparcial.