El pasado mes de abril, Samra Kesinovic, de 17 años, y Sabina Selimovic, de 15, dos adolescentes austríacas de origen bosnio abandonaron sus casas y se desplazaron hasta Siria para sumarse a la yihad del Estado Islámico. Ahora, medio año después, ambas jóvenes intentan desesperadamente volver con sus familias.

Durante las primeras semanas tras su huida, las jóvenes -o alguien en su lugar— colgaron fotos y comentarios en sus páginas de Facebook en que aseguraban ser extraordinariamente felices con su nueva vida. Poco a poco, se supo que a las dos adolescentes las habían casado con combatientes yihadistas y que, actualmente, ambas están embarazadas.

Las jóvenes han logrado contactar con sus familias, a las que han hecho saber que desean volver a casa, según ha publicado el diario vienés 'Osterreich'. “Ahora es difícil conseguir que puedan regresar. Las autoridades austríacas no podemos hacer nada”, ha explicado un funcionario del ministerio del Interior austríaco a ese diario.

UNA MEZQUITA EN VIENA

Ese medio asegura que las jóvenes están en la ciudad de Raqqa, en Siria, el principal bastión del Estado Islámico. Las jóvenes, que hasta hace un año llevaban la típica vida de una adolescente europea, comenzaron a sentirse atraídas por las yihad después de contactar con un grupo de chechenos que las llevó a frecuentar una mezquita radical.